Se reanundarían las negociaciones en la Legislatura. También podrían darle luz
verde al proyecto de Presupuesto bonaerense y a la Ley Tributaria, con cambios.
En la reunión no se habló del tema seguridad en la provincia. Por Rivadavia
participó el Intendente Interino Joaquín "Coqui" Laxagueborde
El tema más
ríspido, la Ley Impositiva, se sobrevoló sin evitarse, aunque para garantizar
el quórum y su aprobación aún restan reuniones y negociaciones en la
Legislatura que se dan en paralelo mientras Kicillof intentaba que María
Eugenia Vidal, desde París, lo ayudara a hacer cambiar de opinión a los
resistentes opositores. Mañana, autoridades de ambas cámaras y de los
respectivos bloques retomarán las charlas que podrían modificar el proyecto y
destrabar su tratamiento.
Convocados
para las 11.30, los invitados empezaron a llegar un rato antes y se anunciaron
en el portón de ingreso de la Gobernación. Kicillof los saludó uno por uno. A
las 11.50 se tomaron la foto conjunta, a las 12.05 arrancó la reunión con todos
sentados a la mesa. Antes de las 14 se fue el primer intendente: Diego
Valenzuela, de Tres de Febrero, que recibió más tarde al presidente Alberto
Fernández, quien, por primera vez desde la asunción, decidió visitar esta tarde
una pyme en el Conurbano, en este caso en Pablo Podestá.
Varios
agradecieron que se los haya llamado para hablar y se los haya escuchado, incluso
los que no emitieron palabra. Y destacaron una promesa de Kicillof: “Quiero
trabajar junto con los municipios de manera equitativa”. La frase tendrá su
costo: "Los propios le van a pedir que los ayude más que a nosotros, como
nosotros le pedíamos a María Eugenia Vidal”, se oyó en susurros. Uno de los
participantes, que pidió mantener bajo perfil, destacó que “podría no haber
dicho eso, pero lo dijo”.
Jorge Macri, presidente del Foro de Intendentes del PRO
Jorge Macri,
intendente de Vicente López, habló en la misma línea: “Fue una reunión
positiva, en la que el gobernador hizo una exposición de cómo siente que
recibió la provincia y cuáles son los principales ejes en los que va a trabajar
en los próximos meses. Manifestó su preocupación respecto a los recursos de la
provincia y hubo una mención a la reforma impositiva, pero no fue el eje de la
reunión que se debe dar en el marco legislativo. El eje estuvo en la gestión y
no en la política ni en las discusiones legislativas”, remarcó. Lo mismo dijeron
del otro lado.
Una vez
sentados a la mesa, dispuesta como un cuadrado gigante, Kicillof dio la
bienvenida y se tomó su tiempo para hablar: una hora y media para dar su
diagnóstico de la provincia de Buenos Aires. Destacaron, desde Juntos por el
Cambio, que puso especial énfasis en los últimos cuatro años de gestión y que,
en cambio, no hizo mención a problemas estructurales y mucho menos a la gestión
de ocho años de Daniel Scioli. Después tomó la palabra su ministra de Gobierno,
María Teresa García, a quien ponderó. En tercer lugar, en representación de los
invitados, arrancó Macri, como presidente del Foro de Intendentes del PRO, y lo
siguió Miguel Fernández, de Trenque Lauquen, su par en el Foro de los
radicales.
Cuando tomó
la palabra Gustavo Posse, de San Isidro, pidió expresamente que se revise la
suba del 75% a una parte de los contribuyentes inmobiliarios. Kicillof
respondió que los impuestos ya son progresivos, pero no pareció tan
determinante como días atrás.
Macri se
mostró “diplomático”, como lo describieron, y también apuntó que será en el
ámbito legislativo donde se continuará con la discusión. Eso sí, en
representación de lo que la mayoría opina entre los jefes comunales, prometió
que el Foro acompañará el Presupuesto que Kicillof enviará en marzo a la
Legislatura y probablemente la Ley Tributaria si se avanza en las
conversaciones sobre algunos cambios. Todos, taxativamente de uno y otro lado,
remarcaron que la reforma no era el motivo de la megarreunión sino el inicio de
un vínculo institucional entre gobernación y municipios.
“Coincidimos en que tiene que haber ley y una
ley de consenso que recoja los puntos de vista de todos, entendiendo que la
provincia necesita funcionar”, respondió Valenzuela a Infobae antes de
destacar: “La reunión sirvió para conocernos y entender las prioridades del
gobernador y empezar un trabajo en conjunto”.
Los intendentes llegaron temprano a la reunión con el gobernador
Los
intendentes opositores percibieron a un Kicillof con convicción, pero esta vez
moderado. Enumeraron sus prioridades, muchas de las cuales comparten, como
poner el foco en salud, en educación, en generar empleo y en la reactivación
productiva, todas promesas bienintencionadas que nadie pudo rechazar.
El
gobernador repitió, como en su discurso de asunción, que el Banco Provincia
debe tener como eje la reactivación productiva y apuntó que unas 600 escuelas
tienen problemas edilicios. Los convocó, sin eufemismos, a ayudar. “Lo venimos
haciendo”, destacaron algunos que el año pasado destinaron parte de sus
partidas presupuestarias para mejoras en las escuelas. Valenzuela recordó:
“Treinta millones dispuse el año pasada para obras como patios y gas, entre
otras”.
Durante los
85 minutos que duró el monólogo de Kicillof, también habló de la
reestructuración voluntaria de la deuda junto con Nación, del déficit fiscal y
del BAPRO. A nadie tomó por sorpresa, conocedores de los números del distrito.
“Fue el discurso de un economista, bien intencionado pero con más énfasis en
los últimos años y no en los problemas estructurales” reiteró a Infobae otro
intendente que, de todos modos, agregó que el espíritu común es respetar la
agenda del gobernador que acaba de asumir. Eso sí, le pareció una rareza que,
excepto por una mención al Operativo Sol, no se haya tocado una de las
principales preocupaciones de los bonaerenses: la seguridad.
El tono de
las declaraciones que recogió este medio fue más o menos el que se percibió
puertas adentro desde el inicio del encuentro, en el que no estuvo la
vicegobernadora Verónica Magario por encontrarse de viaje, Otro de los que
lideró la resistencia a una parte de la Ley de Impuestos del Frente de Todos
(la suba hasta 75% del inmobiliario) fue Néstor Grindetti, de Lanús, ausente
por un viaje al exterior. En su reemplazo fue Diego Kravetz, su jefe de
gabinete. Sí estuvieron, en cambio, otras figuras fuertes como el reelegido
intendente de La Plata, Julio Garro; el de Pinamar, Martín Yeza, y el debutante
Guillermo Montenegro, de General Pueyrredón.
Una pregunta
de los intendentes fue respecto a la continuidad de obras. Kicillof, tras
ponderarla, indicó que el nexo con ellos será Teresa García.
Hubo sí una
grieta en la mesa, no sobre la política sino sobre el lunch: unos evitaron los
bocaditos con harinas y otros se entusiasmaron sin reparos con los hidratos de
carbono. “Venimos de las fiestas”, se oyó varias veces como excusa entre los
que declinaron la oferta gastronómica.
Finalmente
se acordó una segunda reunión, ya con presencia de varios ministros y equipos
técnicos, en febrero. Se supone que, para entonces, la pelea por la Ley de
Infraestructura habrá quedado lejos.