El jueves
por la tarde cuando la docente Luciana Damico regresaba de sus prácticas en la
Escuela de La Dorita, fue mordida por un perro cuando se bajó de su automóvil,
al creer que había atropellado a otro can.
Fue allí que
el animal que estaba con unas personas a la vera del camino la ataco y le
produjo serias lesiones en sus piernas, brazos. Es más los colmillos del perro
le quedaron clavados en su humanidad, que les iban a ser retirados por medio de una intervención
quirúrgica este lunes.
La joven fue
socorrida por otras maestras que regresaban a Casares en otro auto, quienes al
ver la situación se contactaron con los familiares y el Hospital, recibiendo
como respuesta de parte de quien las atendió que no podían movilizar una
ambulancia por una mordedura de un perro, minimizando la situación.
Dánico fue
trasladada al Hospital por su padre a quien habían notificado del hecho (por
suerte se encontraba cerca de donde había
sido el ataque)- Llego muy shockeada,
muy ensangrentada, pero consciente.
Más allá del
hecho lamentable del ataque del animal, lo que es peor es lo acontecido en el
Hospital, y seria bueno que se sepa bien quien fue la persona que dio la orden
de no enviar la ambulancia, utilizando vaya a saber uno que criterio para decir
si una cosa es grave o no detrás de un teléfono. Esta vez a pesar de todo no
hay que lamentar un hecho de mayor gravedad, pero usando ese criterio de “sentido
común”, a cuanto estamos de que eso ocurra. A quien corresponda, no minimicen
lo acontecido, después hacen la gran “Pilatos”.
