La
gobernadora bonaerense puso al conflicto con los docentes como uno de los
puntos más problemáticos que ayudaron para hacerle perder votos en las PASO de
este año. "No fue con los docentes sino con algunos dirigentes gremiales y
no fue buscado ni querido por
nosotros, pero fue innecesariamente
extenso", admitió. El duro camino para dar vuelta una elección casi
imposible.
A poco más
de un mes de las elecciones de octubre, la gobernadora María Eugenia Vidal
admitió que uno de los puntos en donde su gobierno falló fue en la postura que
tomó frente a los docentes. "Mi principal autocrítica ha sido el conflicto
con los docentes en 2018", reconoció, aunque separó a los dirigentes
gremiales de su vínculo con los maestros y maestras de la provincia.
Una pelea que
llevó a largas semanas sin clases y con episodios polémicos, como cuando desde
el gobierno bonaerense se alentó a buscar maestros provisorios frente a la
huelga de los docentes.
"No fue
con los docentes sino con algunos dirigentes gremiales y no fue buscado ni
querido por nosotros, pero fue innecesariamente extenso. Muchas veces les he
pedido disculpas a los docentes y lo sigo haciendo. Al mismo tiempo, hemos
trabajado para volver a revalorizar la escuela pública. Y eso se nota en cada
docente que me dice orgulloso que ya recibió su kit de robótica en la escuela
primaria", dijo y agregó en una entrevista para La Capital: "Se nota
también en la conexión a internet de más de la mitad de las escuelas. Pero no
son logros personales ni de un equipo de gobierno, son logros de ellos".
Después,
Vidal analizó que "el mensaje de las PASO" en donde quedó a casi 20
puntos debajo del candidato por el Frente de Todos, Axel Kicillof, le puso
"dos responsabilidades": "Escuchar ese voto, y me comprometí al
día siguiente a hacerlo, y a partir de esa escucha, gobernar mejor para
todos", indicó.
Pero, para
Vidal, el duro golpe que representaron las PASO no licuó su relación con el
gobierno de Macri. Eso por ahora, no se muestra en la campaña, en donde el
primer mandatario y la gobernadora comenzaron a participar de actos separados.
Todo al revés de como se había dado antes de agosto.
"Siento
que tenemos roles distintos más que diferencias. Somos un equipo que trabajamos
juntos hace muchos años, con roles diferentes. El mío es ser gobernadora y el
27 de octubre es una fecha muy importante para cada vecino de la provincia
porque se define quién va a gobernar los próximos cuatro años y en las
provincias no hay balotaje: se gana o se pierde por un voto", reflexionó la
gobernadora.