La empresa de
multiservicios para el agro con sede central en Carlos Casares dio por
inaugurado su ciclo de Jornadas #ExperienciaCTT 2019, con un encuentro donde se
analizaron distintas innovaciones tecnológicas y su aporte concreto a la
sustentabilidad ambiental, económica y social. Las buenas prácticas agronómicas,
como la rotación con cultivos de servicio, también tuvieron un espacio central.
“El objetivo de esta jornada es promover avances tecnológicos y
prácticas agrícolas sustentables. Buscamos mostrar todo lo que se puede hacer y
poner estas herramientas al alcance del productor”, dijo Sergio Degenhardt,
líder en innovaciones agrícolas de Tomás Hnos.

El Proyecto CTT tiene su faz práctica en un espacio de 75 hectáreas
íntegramente destinado a la experimentación de las últimas tecnologías
disponibles para el agro. El foco general de la iniciativa está puesto en las
aplicaciones concretas y reales de estas innovaciones y, sobre todo, en el
derrame del conocimiento hacia los productores, los estudiantes y la comunidad
en general.
Presentado en sociedad el año pasado, cuando más de 700 alumnos de
escuelas primarias y secundarias participaron de una jornada íntegramente
dedicada al conocimiento de las llamadas Ag-Tech, el CTT evoluciona y consolida
sus actas fundacionales, a través de un ciclo
de jornadas para 2019, llamadas #ExperienciaCTT.
#ExperienciaCTT #1
En el encuentro organizado ayer en Carlos Casares, el clima volvió a
grisar las actividades previstas y lo que se presentaba como una jornada a
campo terminó desdoblándose en charlas técnicas en la Sociedad Rural de Casares
y dinámicas en el propio CTT.
Los más de 50 productores que se le animaron a las lluvias
torrenciales se sorprendieron con la primera de las charlas, dedicada a la
optimización de la nutrición de los cultivos, a través de la incorporación de
elementos no tan tradicionales como el zinc.
“Estamos en una zona que responde mucho”, comenzó diciendo Juan
Urrutia, de la empresa Bunge, para inmediatamente graficar que “ensayos comparativos de aplicación de Zinc contra
mezclas tradicionales en maíz demuestran una respuesta promedio de casi 500 kilos con dosis de 1,5 kg/Zn/ha. Ahora,
si hablamos de trigo la respuesta puede llegar a 300 kilos en zona núcleo”,
especificó.
Es que la variable manejo, si bien no es una innovación tecnológica
en sí misma, viene adquiriendo otra dimensión de impacto en el medio ambiente a
partir del procesamiento y las mediciones de precisión que ofrecen las Ag-Tech.
Así, la incorporación de cultivos de servicios en las rotaciones
tuvo un lugar central dentro de la Primer #ExperienciaCTT en la voz de Bernardo
Romano, miembro de la comisión directiva de Aapresid y con una experiencia de
más de 30 años de Siembra Directa y más de 10 años incorporando vicia, centeno,
rabanito, colza o trébol en sus planteos productivos.

Pero más allá de la sustentabilidad económica del planteo, Romano destacó el aporte del equilibrio al
sistema en suelos muy degradados y el necesario “cambio de paradigma para
probarlos e incorporarlos”. El aplauso de la audiencia fue masivo.
Digitalización a full

“Buscamos poner la tecnología al alcance de todos los productores e
ingenieros agrónomos. Nuestro desafío es colaborar en el desafío de alimentar a
la población mundial ante su constante crecimiento, pero en forma armónica con
el medio ambiente”, remarcó el responsable de desarrollo de producto de la
compañía.

“Buscamos unir los datos que nos ofrece la máquina, el operario y el
lote y plasmarlo en esta plataforma que hace de soporte a las decisiones
agronómicas y cuyo acceso se realiza a través de cualquier dispositivo móvil,
más allá de su conexión a internet”, explicó.
Mientras los productores consultaban detalles de la plataforma, hubo
un dato que quedó flotando en el ambiente: “hoy, hasta hablar de piloto
automático puede sonar viejo. También la histórica disputa del tamaño de la
maquinaria es obsoleta. Ahora lo que prima es
la simpleza, precisión y eficiencia”.
Prensa Tomas Hnos.