Calma financiera


(Por Alejo Perello) Desde que se dio inicio a la hasta ahora eficaz herramienta conocida como banda de flotación o zona de no intervención (ZNI), el dólar se mantuvo alejado de los saltos bruscos pese a su alta volatilidad. En lo casos en que el dólar quebrara la banda inferior o superara la banda superior, el BCRA atacaría al mercado con la compra o venta de divisas según el limite superado. Cabe destacar que la banda se
encuentra indexada al 2% mensual por lo que los extremos se mantienen en un alza constante.
En las últimas dos semanas la divisa en su fase mayorista mantuvo una tendencia en promedio bajista y en las ruedas en las que se quebró el piso de la banda la entidad presidida por Guido Sandleris intervino en el mercado con la compra de hasta USD 50 millones por jornada alcanzado así casi un total de USD 390 millones, más del 50% del total permitido de expansión monetaria para este mes, pero sin lograr frenar dicha tendencia. De esta manera las reservas superan ampliamente los USD 66 mil millones y se evalúa la posibilidad de incrementar a fin de mes el límite de intervención cambiaria por fuera de las bandas.
Los movimientos por parte del Central fueron acompañados por un documento a modo comunicacional del plan financiero que indica expresamente que la entidad no adelantara la expansión de la base monetaria, esto es, no habrá emisión monetaria superior o anticipada a la ya presupuestada.
Que el valor del dólar de acuerdo con el Mercado Único y Libre de Cambios se mantenga por debajo de la banda de flotación no implica que la rentabilidad del ahorro en pesos sea buena elección para quienes no realizan ninguna inversión ya que la tasa real es negativa por ende dificulta el ahorro en moneda local de largo plazo para financiar inversiones. Recuperar la demanda de la moneda local es un paso fundamental para lograr bajar la inflación y para ello es necesario ofrecer una tasa de interés real positiva.
Paralelamente al dólar se deben mencionar las altas tasas de interés que hacen imposible la financiación de las empresas, mucho más para las PyMes y aún peor, los giros en descubierto que las mismas realizan a modo de liquidez. La medida que busca mantener tasas altas frena la actividad pero no frena la suba de precios ya que estos vendrán con esos intereses implícitos no ahora, no mañana, pero si en el mediano plazo.
En su contraparte, para los inversores las altas tasas de interés son mucho más rentables para la colocación en pesos que mantener los dólares con una rentabilidad mínima aunque jugando con la volatilidad de la divisa podrían verse beneficiados.
Manteniendo este nivel de tasas y realizando compras diarias de dólares para mantener el tipo de cambio dentro de la banda sin perder competitividad teniendo la posibilidad de disminuir el stock de Leliqs que son el motor genuino de la emisión de moneda y no hacerlo, con un dólar altamente volátil el gobierno corre el serio riesgo de que se su sufra un nuevo carry trade llegado el período electivo 2019.
No obstante, que el valor de la divisa se encuentre cercano al piso de la zona de no intervención muestra un panorama más que agradable para el gobierno frente a una posible corrida agregándole que las reservas netas del Banco Central son suficientes como herramienta de contención y los desembolsos pactados para 2019 por parte del FMI alcanzan los USD 22 mil millones permitiendo cubrir las necesidades financieras del corriente año.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el BCRA y compuesto por 55 consultoras y 14 entidades bancarias estima una inflación del 27,5% para este año y un dólar que alcanzaría los $48,5 en diciembre mientras que el FMI ratificó que la economía comenzará a recuperarse en el segundo trimestre de 2019 con expectativas de inflación en descenso lo que permitiría la reducción gradual de las tasas de intereses generando así un alivio para las empresas.