(Alejo
Perelló) Ante el errático contenido del “anuncio
del anuncio” por parte del Presidente Macri en el que menciona el fuerte
respaldo brindado por parte del FMI, que habría accedido al pedido de
modificación en los plazos a realizar los diferentes desembolsos
como parte del
crédito ya acordado como garantía para el cumplimiento del programa financiero
del ejercicio próximo, el mercado desoyó y la incertidumbre aumentó. Si bien el
mensaje fue claro, para el mercado no fue suficiente. Dicho anuncio, que al día
de hoy sigue sin ser respaldado por la entidad crediticia, buscó frenar una
nueva y abrupta escalada del tipo de cambio, pero no lo logró.
El día jueves, se dio una importante suba del
tipo de cambio como era de esperarse. En las bancas privadas, el dólar
minorista alcanzó e incluso, en algunos superó los $40 en la primera hora de la
jornada cambiaria por lo que la entidad presidida por Caputo, en particular, el
Comité de Política Monetaria, debió atacar al mercado con 2 medidas
fundamentales para frenar la escalada. La primera de ellas, utilizada días
atrás, fue la suba de encajes bancarios, ésta vez en 5 puntos porcentuales, situación
que permite la absorción de pesos o bien, el congelamiento de circulante en las
cajas de los propios bancos para limitar la corrida al dólar. La segunda medida
consistió en comunicar el aumento de la tasa de referencia de política
monetaria a un 60% que será mantenida hasta diciembre del corriente año.
El dólar continúa
sin satisfacer la demanda y el mercado financiero se plantea el riesgo de que
el país entre en default. Para contrarrestar, las autoridades monetarias
ejecutan medidas heterodoxas cortoplacistas que no son suficientes ante niveles
tan altos de incertidumbre. Si bien el riesgo frente a la capacidad de pago
actual con deudas de corto plazo es nulo, es decir, el pago está más que
garantizado, la mira de quienes invierten está puesta en las capacidades de
cumplimiento para 2019. En las reuniones que mantiene Dujovne con el FMI, se
busca blindar el programa financiero del año próximo y agotar las dudas frente
al riesgo de default.
En contraposición al overshooting del tipo de cambio real sufrido al cierre de la
anterior semana, la depreciación de la moneda local se encargó, en parte, del
ajuste de cuenta corriente. Resumidamente, lo efectivo de la fuerte suba del
tipo de cambio se puede ver en la competitividad ganada hacia el mercado
exterior, de ésta manera, el gobierno buscará mediante la suba de retenciones
amortiguar el impacto, apaciguar el ajuste de cara al 2019 y compensar la
pérdida en el salario real.
El Ministro Dujovne mantiene negociaciones con
técnicos del FMI en busca de adelantos de los desembolsos previstos para los
períodos 2020-2021 y así cerrar la brecha financiera de 2018-2019, acordar una
mayor flexibilidad en la venta de reservas para contener saltos en el tipo de
cambio y un waiver en los objetivos
inflacionarios remarcados en el memorándum de entendimiento entre las partes.
El gobierno, por otro lado, encabezado por el
Ministro Frigerio, deberá conseguir apoyo político por parte de las provincias
para aprobar el presupuesto 2019 que incluiría déficit 0 y un programa para las
retenciones antes mencionadas. Siendo así, se espera que el riesgo país, el
cuál supera ampliamente los 700 puntos, mantenga un período de estabilidad para
luego comenzar con la tendencia decreciente a la par de la calma en el mercado
de cambios.
Si bien el esquema actual del programa
económico resalta y prioriza la baja del déficit, el mercado pide un necesario
ajuste y mira de cerca los movimientos de fondos que el propio gobierno realice
y que pongan en duda la voluntad de realizar el ajuste en un año electoral
mientras la sociedad reclama recomposición salarial, por ende, es sumamente
necesario mantener y comunicar una política monetaria constante que permita
recuperar parte de la confianza que se perdió con la incesante devaluación de
los últimos 4 meses, de ésta manera aumentará la certidumbre frente a
inversores extranjeros y operadores del mercado que busquen una fuente de
inversión con credibilidad. En vista al largo plazo, se deberá mantener el tipo
de cambio real alto para ir bajando gradualmente el ritmo de inflación mientras
se disminuye el déficit.