(Alejo
Perello – PwC Argentina) Como
habíamos adelantado, el Merval comenzó a sufrir un ajuste luego de que
Argentina adquiriera la calidad de mercado emergente. Telecom, YPF, Grupo
Galicia, Banco Macro, Banco Francés, TGS, Pampa Energía entre otras, sufrieron
una desvalorización en el mercado en más del 40%. Por aversión al riesgo, los
inversores buscan shortear los
instrumentos para
así disminuir su incertidumbre, esto es, aprovechando la suba
del dólar y la repentina pero ocasional baja, apostar al corto plazo (short term), comprar barato y vender
caro. Éste mecanismo perjudica de forma directa a las propias acciones
ofertadas en la bolsa ya que el objetivo de las mismas es usar las inversiones
en acciones como crédito para el propio financiamiento de las empresas, pero
ahora lejos está de cumplir ese papel. Las empresas con cotización en bolsa se
están desvalorizando por el ajuste que viene realizando el mercado, por la
turbulencia cambiaria que no encuentra un norte y por la poca precisión en la
proyección económica en el futuro inmediato. Cabe recordar que hasta diciembre
de 2017 el tipo de cambio con flotación sucia intervenido por el BCRA era una
situación controlada, pero a partir de la orden de Jefatura de Gabinete de
modificar las metas inflacionarias la cuestión fue otra. Una de las principales
virtudes con las que contaba la actual gestión fue la confianza que supo ganar
ante los agentes de bolsa, virtud arrebatada por la antes mencionada
modificación de metas.
Tomando
como ejemplo el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) utilizado por el
BCRA para proyectar en base a análisis realizados por consultoras ajenas a la
entidad, en marzo de 2018, hace tan solo 3 meses, preveían un dólar a $22,07
para diciembre con una inflación anualizada de 19,8%. El día martes pasado,
éste mismo relevamiento proyectó una inflación del 30% para 2018 con un dólar a
$30,3 en diciembre. Otro ejemplo que deja a la vista la gran incertidumbre que
se generó a partir de la corrida sufrida en abril 2018 es el caso del ROFEX
(Bolsa de futuros y derivados de Rosario). En marzo proyectaba a noviembre un
dólar por $23 mientras que en éste momento se estima un valor medio del mismo
de $33,2.
Dentro
del paquete de medidas a tomar para la contención del dólar, el BCRA, luego de
haber recibido el primer desembolso del préstamo cedido por el FMI, comunicó,
en pos de generar confianza, el mecanismo a utilizar para contener el dólar el
cual consiste en ofertar USD 100 millones durante 75 días hábiles en plena
jornada (13hs) para mantener la divisa a la baja y frenar la incertidumbre que
de una manera u otra provoca la corrida cambiaria o bien devalúa la moneda
nacional. También buscarán retomar una de las iniciativas impulsadas por F.
Sturzenegger que consistía en ampliar el Swap de divisas con China para
reforzar el stock de reservas, es decir, un derivado financiero en el que se
ampliaría el crédito cedido por la República Oriental por el equivalente a unos
USD 7.000 millones.
Por
otra parte, el Ministerio de Hacienda conducido por N. Dujovne, comenzó este
martes una licitación de LETES (Letras nominadas en dólares) por un total de
USD 2.500 millones, extendiendo el plazo hasta el jueves 5, para así incentivar
a inversores extranjeros a apostar por una alternativa a mayor plazo y más
rentable que la compra de divisas y también como parte de las medidas que
incluyen la reducción del stock de LEBACs.
El
día martes, feriado en Estados Unidos, permitió dar un respiro al mercado
financiero y junto a las comunicaciones que mantuvo Hacienda con importantes
agentes inversores de Wall Street y luego de que se diera a conocer el
potencial proyecto de Presupuesto 2019, se buscó marcar un sendero económico
acorde a lo pautado con el FMI, situación que permitiría en cierta manera, recuperar
parte de la confianza perdida luego de la turbulencia cambiaria.
Dicho
proyecto, prevé para 2019 una inflación que ronda el 17% y un dólar determinado
por el mercado con intervenciones ocasionales. En cuanto a las exportaciones se
proyecta un crecimiento a un ritmo mayor que las importaciones impulsado por el
agro y un crecimiento económico del 2%. Es de destacar que 2017, año de
elecciones, fue un año en el que la economía creció un 2,8% respecto del año
previo, principalmente dado por la obra pública, transporte y pesca, pero
también fue un año en el que se alcanzó el mayor rojo deficitario comercial
histórico perdiendo el país unos USD 8.500 millones. Algunos de los puntos a tener
en cuenta son que, en las diferentes economías, en años de crecimiento se suele
convivir con déficit comercial y, por otra parte, para el corriente año sin
elecciones, se prevé un crecimiento del 0,8%, es decir, que luego de 10 años
Argentina habrá logrado mantener el crecimiento económico durante 2 años
seguidos.
Con
éste contexto, se espera para los próximos 6 meses el inevitable aumento de
inflación con perspectivas de hasta un 30%, aumentos en las tarifas de luz y
gas que incluyen las variables de producción de la energía, su transporte y su
distribución. Combustibles, acumulan por parte de la estatal YPF, empresa que
lidera el mercado, en lo que va del año un aumento del 18% y las cuotas de las
prepagas se elevarían en un 7,5% a comienzos del próximo mes. El panorama no es
alentador, se espera a raíz del aumento del dólar, el traspaso a los precios,
pero una vez resuelto el rumbo cambiario la situación mejoraría siempre y
cuándo se sepa aprovechar de la mejor manera el salvavidas cedido por el FMI,
el crecimiento económico, la calidad de emergente y así generar la confianza
para la recepción de inversiones del extranjero y promover la inversión local.