Si
bien no tiene cura, su diagnóstico y tratamiento adecuados pueden garantizar la
buena calidad de vida de los pacientes. Las recomendaciones de la Asociación
Argentina de Medicina Respiratoria.
En mayo se
conmemora el Día Mundial del Asma para concientizar a la comunidad acerca de
una enfermedad que, en Argentina, ocasiona más de 15 mil ingresos por año a
hospitales públicos.
Tal como
explican desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), esta
patología crónica genera inflamación y el estrechamiento de las vías
respiratorias, y sus síntomas pueden manifestarse varias veces al día o a la
semana, y en algunos casos empeorar al realizar actividad física o durante la
noche.
Si bien las
causas no están completamente establecidas, se señala como factor determinante
la predisposición genética combinada con la inhalación de sustancias y
partículas como alérgenos, humo de tabaco, irritantes químicos o la
contaminación atmosférica.
Según
estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 235 millones de
personas con asma en todo el mundo, es la enfermedad crónica más frecuente en
niños, está subdiagnosticada y en muchos casos sin tratamiento, afectando la
calidad de vida de quienes la padecen.
Además,
genera cerca de 383 mil muertos por año, la mayoría en adultos mayores y más
del 80% de los fallecimientos se registran en los países de ingresos bajos o
medios-bajos.
En
Argentina, de acuerdo a datos de la primera Encuesta Nacional de Prevalencia de
Asma realizada en 2015, la prevalencia de asma alcanza a cerca del 6% de la
población y el porcentaje asciende al 9,5% si se toma una definición más amplia
como el asma diagnosticada por médico.
El mismo
estudio revela que los ataques suelen darse con mayor frecuencia en invierno
(55%) y en primavera (48,8%), y que más de la mitad de los pacientes que
acusaron alguna crisis asmática pidieron atención en un servicio de urgencia.
Si bien se
trata de una patología que no tiene cura, integrantes de la AAMR resaltan que
puede controlarse con un diagnóstico adecuado y un tratamiento que consiste no
sólo en el consumo de fármacos sino también en evitar la exposición a los
factores irritantes y realizar actividad física.
Además,
destacan la importancia de identificar qué tipo de asma se sufre, ya que
aquellos con síntomas persistentes deben tomar medicamentos diariamente y a
largo plazo para controlar la inflamación subyacente y prevenir síntomas y
exacerbaciones.