El primer congreso del PJ bonaerense de 2018, realizado en el club Villa Tesei de Hurlingham, se extendió durante más de tres horas, y logró lo que el encuentro peronista en San Luis pretendía: reunir a los kirchneristas, peronistas tradicionales, massistas, randazzistas, gremios y movimientos sociales bajo una misma meta, la de volver al gobierno el año próximo.
El objetivo
del encuentro fue elegir a los miembros que conducirán el órgano partidario y
reformar la Carta Orgánica para evitar que se sancione a los peronistas que
fueron candidatos por otros partidos políticos
Sin cruces
ni chicanas por anteriores decisiones políticas y con el sindicalista camionero
Hugo Moyano presente, la sesión ordinaria fue tranquila y fluyó entre lo formal
y los discursos políticos contra el gobierno de Mauricio Macri y en búsqueda de
la unidad justicialista, para volver a triunfar en las urnas en la provincia de
Buenos Aires tras las tres derrotas en 2013, 2015 y 2017.
Ante los 755
congresales partidarios, el intendente anfitrión Juan Zabaleta recordó al
expresidente Eduardo Duhalde y pidió imitar al fallecido exmandatario Néstor
Kirchner al impulsar "la unidad en la diversidad", lo que provocó el
primer gran aplauso de una cancha de básquet colmada.
El camino de
la unidad no es un sendero de flores para el peronismo provincial, y por eso
-durante horas- estuvieron deliberando para negociar en la Municipalidad los
300 cargos partidarios a repartir en el Congreso previsto para las 11, y que
comenzó pasadas las 13.
La
negociación concluyó con una gran foto de unidad: incluyó al titular del
partido, Gustavo Menéndez (Merlo), el flamante presidente del Congreso,
Fernando Espinoza, e inclusive al intendente de Lomas de Zamora y principal
referente del peronismo dialoguista, Martín Insaurralde.