Muchas
enfermedades están relacionadas con el consumo de agua no potable o de mala
calidad. Su análisis resulta fundamental para tomar medidas.
(Dr. Julio César Caione) Según la OMS, gran cantidad de
niños mueren anualmente como consecuencia de diarreas, siendo las bacterias,
virus y parásitos presentes en el agua de consumo la principal causa de las
infecciones generadas. El saneamiento e higiene es clave
para evitar la
propagación de enfermedades.
El riesgo para la salud más
común y extendido asociado al agua de consumo es la contaminación microbiana.
Sus consecuencias son tales que su control debe ser siempre un objetivo de
importancia primordial.
El consumo de agua contaminada
con excrementos de humanos o animales (incluidos los de las aves) es
considerado uno de los riesgos más relevantes, aunque existen otras fuentes y
vías de contagio significativas. Hay microorganismos que pueden transmitirse
por ingestión, inhalación de aerosoles o contacto con agua de consumo.
Los patógenos fecales son los
que más preocupan. Producen con frecuencia variaciones acusadas y bruscas de la
calidad microbiológica del agua con aumentos repentinos de la concentración,
que pueden incrementar considerablemente el riesgo y desencadenar brotes de
enfermedades transmitidas por el agua.
Además de los patógenos fecales,
existen otros peligros microbianos, por ejemplo, las cianobacterias tóxicas y
las legionelas. Las formas infecciosas de muchos helmintos, como los nematodos
y platelmintos parásitos, pueden transmitirse a las personas por medio del agua
de consumo. El agua no debe contener larvas maduras ni huevos fertilizados, ya
que un único ejemplar puede ocasionar una infección. No obstante, el agua es
una vía relativamente poco importante de infección por helmintos.
Las legionelas son bacterias
ubicuas en el medio ambiente y pueden proliferar a temperaturas elevadas
existentes en ocasiones en los sistemas de distribución de agua de consumo
entubada. La exposición a las legionelas presentes en el agua se produce
mediante inhalación. Puede evitarse mediante la aplicación de medidas básicas
de gestión de la calidad del agua en los edificios y mediante el mantenimiento
de concentraciones residuales de desinfectantes en todo el sistema de distribución
por tuberías.
Algunos microorganismos forman
biopelículas sobre superficies que están en contacto con agua, la mayoría de
estos microorganismos, con pocas excepciones, como las legionelas, no causan
enfermedades en las personas sanas, pero pueden generan sabores y olores o la
coloración del agua de consumo. Normalmente, se refleja en un aumento del
recuento de heterótrofos en placa (RHP) en muestras de agua.
Los valores de RHP aumentan
sobre todo en partes de los sistemas de distribución por tuberías donde se
produce estancamiento de agua, en instalaciones domésticas, en agua envasada,
en algunos casos, y en dispositivos conectados a las instalaciones, como
descalcificadores, filtros de carbón y máquinas expendedoras automáticas.
Infecciones transmitidas por el agua
Existen diversos tipos de
agentes patógenos que pueden transmitirse por el agua de consumo contaminada.
El grupo de Bacterias en el cual
la fuente de contagio a partir de los animales es importante corresponde a
Campylobacter jejuni, C. coli, Escherichia coli patógenas, E. coli
enterohemorrágica, Yersinia enterocolitica, Salmonella sp, siendo la resistencia
al cloro baja.
En cuanto a los virus, los
reportes informan Adenovirus, Enterovirus, Virus de la hepatitis A, Virus de la
hepatitis E, Norovirus y Sapovirus como así también Rotavirus. La resistencia
al cloro es moderada y la fuente animal es potencialmente importante en el
Virus de la hepatitis E, Norovirus y Sapovirus.
Los generos de protozoos que
pueden ser transmitidos por el agua incluyen a Acanthamoeba spp.,
Cryptosporidium parvum, Cyclospora cayetanensis, Entamoeba histolytica, Giardia
intestinalis, Naegleria fowleri y Toxoplasma gondii. Todos tienen alta
resistencia al cloro. En Cryptosporidium parvum, Giardia intestinalis como así
también Toxoplasma gondii la fuente de contagio animal es importante.
Para el caso de los parásitos
helmintos, la referencia menciona Schistosoma spp como agente patógeno
transmitido por el agua, con moderada resistencia al cloro y fuente de contagio
animal importante.
La transmisión por el agua de
consumo es sólo uno de los vehículos de los agentes patógenos transmitidos por
la vía fecal-oral. Pueden ser también vehículo de transmisión los alimentos
contaminados, las manos, los utensilios y la ropa, sobre todo cuando el
saneamiento e higiene domésticos son deficientes. Para reducir la transmisión
de enfermedades por la vía fecal–oral, es importante mejorar la calidad del
agua y su disponibilidad, así como los sistemas de eliminación de excrementos y
la higiene general.
Uso de microorganismos indicadores de mala calidad de agua
El análisis bacteriológico del
agua pone en evidencia rápidamente cualquier contaminación que pudiera generar
un problema sanitario. Este se debe realizar para detectar la presencia de
microorganismos indicadores de mala calidad sanitaria del agua y adoptar las
medidas necesarias para corregir las deficiencias.
Indicadores de contaminación fecal
Se intenta detectar organismos
que normalmente están presentes en las heces de los seres humanos y de los
animales de sangre caliente como indicadores de contaminación fecal; resulta
también un método útil para controlar la eficacia en el tratamiento del agua y
la desinfección de las instalaciones. Su presencia en el agua indica que existe
la posibilidad de que estén presentes organismos patógenos intestinales.
El uso de microorganismos
intestinales normales como indicadores de contaminación fecal es una
metodología de aceptación universal en la vigilancia y evaluación de la
seguridad en los sistemas de abastecimiento de agua. La bacteria Escherichia
coli, es el principal indicador de contaminación fecal, debido a que cumple con
los criterios exigidos para tal fin; abundan en los excrementos, pero estarán
ausentes o sólo en número reducido en otras fuentes; son fáciles de aislar,
identificar y enumerar, además sobreviven más tiempo en el agua que los gérmenes
patógenos y son más resistentes a los desinfectantes como el cloro. No debe
haber presencia en el agua de consumo, ya que constituye una prueba concluyente
de contaminación fecal reciente.
Por otro lado, los virus y
protozoos entéricos son más resistentes a la desinfección; por tanto, la
ausencia de E. coli no implica necesariamente que no haya presencia de estos
organismos.
Indicadores de calidad sanitaria
deficiente
Para evaluar la calidad
sanitaria del agua, también se analiza la presencia de microorganismos de
origen ambiental, como la Pseudomona aeruginosa que es un germen patógeno
oportunista. Asímismo se realiza el recuento de heterótrofos en placa (RHP) con
el fin de evaluar el contenido bacteriano general del agua.
La presencia de bacterias heterótrofas
en el agua puede ser un indicador útil de cambios como el aumento del potencial
de proliferación microbiana, aumento de la formación de biopelículas, aumento
de los tiempos de retención o estancamiento e interrupción de la integridad del
sistema. La abundancia de bacterias heterótrofas presentes en un sistema de
abastecimiento puede reflejar la presencia de grandes superficies de contacto
en el sistema de tratamiento, y puede no ser un indicador directo del estado
del sistema de distribución en su conjunto
Ambos indicadores resultan
útiles para evaluar la eficiencia de los sistemas de tratamiento y el grado de
limpieza e integridad del sistema de distribución.
Para más información sobre el
procedimiento en la toma de muestras dirigirse a info@lab9dejulio.com.ar o
www.lab9dejulio.com.ar