Junín: Una nena de 11 años fue asesinada y un hombre, de 40, está detenido

La desaparición de una niña de 11 años, Camila Borda y el hallazgo de su cuerpo sin vida en el interior de una quinta del Barrio Ricardo Rojas, conmocionó a la ciudad ayer por la tarde que no lograba entender lo incomprensible.

Ayer por la mañana, pasadas las 10, Alejandra Bersabel, la mamá de Camila,  la vería por última vez saliendo con su bicicleta a hacer un mandado a un comercio próximo a su casa.
Pasado el tiempo prudencial, comenzó a inquietarse. Camila no volvía.
Jamás se podría haber imaginado lo que ocurría a no más de treinta metros del hogar.
En una quinta propiedad de una abogada juninense, el casero, un hombre de 40 años identificado como Carlos Varela, vaya a saber con qué ardides se la había llevado.
Sería un efectivo policial el que la encontraría horas después, ya muerta,  en una bañera.
El efectivo requisaba el domicilio en la urgencia ante un inquieto sujeto que luego se sabría  era el  autor de la barbarie.
La madre hizo la denuncia y salió de Comisaría Primera tal como lo establece el protocolo, con dos efectivos que iniciaron la búsqueda.
Camila, la pequeña asesinada en Junin
En primer término se presentaron en el kiosco al que había ido Camila donde el propietario confirmó que la había visto.
Tras recorrer siempre dentro del barrio Ricardo Rojas algunas viviendas de personas allegadas a la familia, se acercaron a la quinta ubicada en Avenida Arias.
Mientras la mamá de Camila permaneció en la tranquera que da acceso al terreno, los uniformados ingresaron a la vivienda de la que salía una música con volumen muy alto.
Después de insistir, un sujeto se asomó desde la ventana del primer piso y a pedido de los  policías se trasladó a la planta baja y abrió la puerta.
La actitud nerviosa del individuo fue lo que más llamó la atención por lo que con la autorización del mismo comenzaron a recorrer las dependencias.
Fue entonces cuando llegaron a uno de los tres baños de la vivienda y si bien el morador intentó evitar que ingresaran aduciendo que había una pérdida de agua y estaba en refacción, sin atender la justificación, el policía abrió la puerta y al correr la cortina del baño, encontró a la menor, ya fallecida, en la bañera.
En apenas segundos  el morador de la quinta fue reducido y esposado.
En el interior del edificio también se encontró la bicicleta de la pequeña de once años.
La terrible noticia corrió como reguero de pólvora en el barrio y con el paso de los minutos comenzaron a concentrarse vecinos que a los gritos intentaban acceder a la propiedad para hacer justicia por mano propia.
A medida que avanzaba la tarde iba in crescendo el malestar de sobre todo gente muy joven que agolpada en la calle arrojaba piedras contra los uniformados que resguardaban la escena del crimen.
Lamentablemente uno de los elementos que arrojaban golpeó a la mamá de Camila y tuvo que ser asistida por el servicio de emergencias Intermed y trasladada al Hospital Interzonal General de Agudos.
Mientras tanto, con dificultad, pudo ingresar el fiscal, Dr. Sergio Terrón, cuando volaban piedras para obligar a retroceder a un grupo de efectivos de Infantería.
Tampoco fue sencilla la tarea del personal de policía científica ya que acceder al predio fue un verdadero problema.
Uno de los momentos de mayor tensión, sobre todo para el personal policial, fue planificar la salida del homicida, Carlos Varela,  ya que en  las dos vías de acceso a la quinta se habían concentrado manifestantes exaltados que no dejaban de arrojar piedras.
Se montó un operativo especial del que participaron efectivos de distintas dependencias además de una comisión de la Gendarmería Nacional.
A velocidad, lo introdujeron en un móvil y lo trasladaron a una comisaría de la jurisdicción.
Anoche se encontraba  alojado en Los Toldos donde también se planificó un operativo especial de custodia.
Mientras en las calles que rodean la quinta de calle Arias al 1550 se concentraban grupos violentos gritando y arrojando piedras, en la escena del crimen había una concentración de funcionarios y autoridades policiales y judiciales pocas veces vista.
Varela, el acusado de asesinar a Camila
El fiscal, Dr. Sergio Terrón, el secretario de Seguridad, Fabián Claudio, el titular de Inspección, Mario Olmedo y todos los jefes policiales de las distintas dependencias y divisiones.
En el interior, trabajaba Policía Científica levantando rastros y profundizando las pericias mientras la Dra. Mirta Mollo Sartelli, directora del Instituto de Investigaciones Criminal y Ciencias Forenses, comenzaba con la primera etapa de la autopsia, en el baño ubicado en la planta alta, lugar en el que fue encontrado el cuerpo sin vida de Camila.
Las inmediaciones al lugar del crimen se fue transformando en un verdadero caos que dejó el saldo de dos móviles policiales incendiados, tres agentes de seguridad heridos – uno perdió piezas dentales, el segundo con fractura de tabique nasal y el tercero un traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento.
A medida que iba desapareciendo la luz natural, restaba para los investigadores, un momento fundamental: retirar el cuerpo de la niña para trasladarlo a la morgue judicial donde al cierre de nuestra edición, finalizada la operación autopsia, se disponía la entrega a su familia.
El operativo montado para contener a los manifestantes estuvo integrado por el Grupo de Apoyo Departamental, Policía Local, Infantería, Gendarmería Nacional, Comando Patrullas, Motorizada, Policía Científica, Policía Distrital y DDI.
Y ante la posibilidad que se trasladaran incidentes a otros puntos de la ciudad, por disposición del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, fueron llegando uniformados de localidades de la región e inclusive desde San Nicolás.
Los rostros de preocupación de autoridades policiales, funcionarios municipales y hasta del propio Dr. Sergio Terrón, era inevitable advertirlos.
Convocada una conferencia de prensa en Jefatura Departamental, (ver nota aparte), no llamó la atención la presencia de Osvaldo Giapor, reconocido dirigente vecinalista de nuestro medio.
A quien lo escuchara, se ocupó de explicar que había una mujer que se encontraba invitando a una movilización en representación de la Federación de Sociedades de Fomento y no era así. “La Federación no llama a ninguna concentración. Vanesa (Miranda) no la representa a pesar de ser fomentista . La palabra autorizada es la mía que soy el presidente. Si quieren hacerla espontáneamente que la hagan. Este hecho desgraciado no amerita que se haga una marcha hoy. Luego veremos cuál es el camino a seguir”.
De todas formas, entre 300 y 400 personas se fueron concentrando en la Plaza 25 de Mayo para luego recorrer distintas calles céntricas.
Algunos incidentes se vivieron en la zona de la Terminal de Ómnibus donde comenzaron a arrojar piedras e impedir que colectivos que intentaban ingresar o iniciar sus viajes, cumplieran con su cometido

Camila Borda sufrió abuso sexual antes de ser asesinada


Así lo confirmó el fiscal de la causa, Sergio Terrón. El cuerpo de la niña de 11 años también presentaba signos de defensa. La fiscalía está convencida de la culpabilidad de Carlos Varela
Camila Borda sufrió abuso sexual antes de ser asesinada
Pasan las horas, crece el clima de indignación y se empiezan a conocer nuevos detalles sobre el crimen de Camila Borda, la niña de 11 años que fue encontrada muerta en Junín y cuyo caso generó conmoción en toda la ciudad. Con el avance de la investigación, se informó que la niña fue víctima de abusos sexuales antes de perder la vida.
Según confirmó el fiscal de la causa, el Dr. Sergio Terrón, el cuerpo de la niña presentaba signos de intentos de defensa y de haber padecido ataques sexuales. Todas las miradas recaen así nuevamente en José Carlos Varela, el principal sospechoso del asesinato.
El hombre de 40 años era el cuidador de la vivienda donde fue encontrada Borda sin vida. La niña yacía en una bañadera de la casa, ubicada dentro de una quinta cercana a su hogar. Estaba con las manos atadas, tenía la cabeza cubierta por una bolsa y un cable alrededor del cuello.
Precisamente, las primeras pericias permitieron revelar que Camila Borda murió por un cuadro de asfixia.
Al momento de la detención, la bicicleta de la niña se encontraba en una habitación de la vivienda situada en la calle Arias 1559. Incluso, Varela expuso diversos signos de nerviosismo cuando fue contactado por primera vez con los policías presentes.
"Yo no tengo ninguna duda de que este hombre es el asesino. La prueba que hemos reunido es suficiente", afirmó Terrón, en declaraciones a Luis Novaresio en radio La Red.
"La niña fue interceptada por él y llevada hasta esa vivienda. La bicicleta de la niña estaba en una habitación. Él la abusó y le quitó la vida", advirtió el fiscal.
Y completó: "Cuando llegó la Policía, él tuvo una actitud evasiva. Cuando la Policía llega al baño, él no quiso que revisen el baño y ahí finalmente encontramos a la niña, en una bañera. A eso hay que sumarle lesiones defensivas que tenía en su cuerpo, tenía sangre en las manos".
Si bien se aclaró que el imputado no tiene antecedentes penales, algunos vecinos indicaron a medios locales que Varela ya había sido denunciado anteriormente por el intento de secuestro de un nene de 10 años.
"Me da la impresión, sin tener las pericias, de que sí, de que él comprendía lo que había hecho. Eso después se va a determinar con los peritos psicológos y psiquiatras. Pero no me cabe ninguna duda de que la persona reconocía la monstruosidad de lo que hacía", agregó.
Camila Borda fue vista con vida por última vez el sábado a las 11 de la mañana. Su madre realizó la denuncia en la Comisaría 1° de Junín y por la tarde se inició la búsqueda.
Una vez producido el hallazgo del cuerpo, el caos se apoderó de la escena: un numeroso grupo de vecinos intentó linchar a Varela poco antes de que la Policía se lo llevara detenido. Este revuelo no solo puso en riesgo la integridad del sospechoso sino que dificultó el trabajo de los peritos que debían analizar el cuerpo.
Participaron en el operativo el Grupo GAD, efectivos de Infantería y personal de diversas comisarías de la zona. Aún no se reveló la carátula de la causa, pero al tratarse de un "homicidio agravado", el culpable podría recibir una pena de prisión perpetua.