A pesar de las mejores relaciones de precio leche-maíz y las buenas tasas de crecimiento de los recursos forrajeros, la baja sería del -8,4%
Luego de un
2016 donde los costos se dispararon y las inclemencias climáticas impactaron
negativamente en la producción, hoy el sector lechero argentino se encuentra
atravesando cierto grado de recuperación que le permite gestionar el impacto
productivo y económico que dejó la crisis del
2016.
A partir de
los datos informados por el Ministerio de Agroindustria de la Nación y otros
recolectados dentro Movimiento CREA, se observa que la producción de leche en
2017 va a ser menor que el año anterior (-8,4%, según estimaciones del
Movimiento CREA). A pesar de las mejores relaciones de precio leche-maíz y que
el invierno permitió buenas tasas de crecimiento de los recursos forrajeros, no
alcanzó para recuperar el impacto en el largo plazo que tuvieron los cambios
macro económicos de finales de 2015 y la crisis climática en las distintas
cuencas a lo largo del 2016, y que todavía persiste en el presente año en
algunas zonas productoras.
Sin estar en
un momento óptimo, el sector se encuentra atravesando cierta estabilidad. A
partir de los factores mencionados anteriormente, la producción intermensual
viene aumentando en los últimos 6 meses, acorde a lo esperado para esta época
del año, mejorando así los números de las empresas lecheras. Este aumento en la
producción de primavera les está dando un respiro a los productores, aunque no
es una condición suficiente para mejorar el resultado económico de las
empresas. Si el precio por litro en términos reales hubiera acompañado, la
situación sería mejor aún todavía. En los últimos 6 meses, el precio nominal
pagado al productor mostró un aumento del 5,1 %, ubicando el mismo en 5,74 $/l
para el mes de octubre. Ahora cuando se ajustaba este precio por inflación,
durante ese mismo período, el mismo decreció un 2,8%.
Para los
próximos meses se esperaría que el precio se mantenga o aumente. Por el lado de
la demanda, hoy el principal destino de la leche es el mercado interno. Si las
variables macro continúan con su evolución actual, se esperaría una mejora en
la masa salarial en el país, y en mismo sentido se esperaría un aumento en consumo
de productos lácteos, el cual está muy correlacionado con dicho indicador. En
cuento a la oferta, a partir de datos relevados dentro del Movimiento CREA, no
se esperan grandes picos de producción para el verano que sobre-oferte el
mercado de leche.
A pesar que
el escenario pareciera estar estabilizado, vale la pena destacar que hay
productores en situaciones comprometidas por dos factores principales. Por un
lado, el climático donde varios tambos de la cuenca Oeste de la provincia de
Buenos Aires o Sur de Córdoba y Santa Fe, se encuentran transitando una
situación de anegamiento. Esta situación afecta principalmente cuestiones de
logística interna dado que aumentan los costos de producción se generan caídas
en la producción individual, consecuentemente disminuye la facturación y baja
la rentabilidad en este grupo de empresas. El otro factor que afecta las
empresas es la dispersión en precio pagado al productor. A modo de ejemplo, el
precio por litro pagado en la provincia de Buenos Aires es de ARS/l 5,79
mientras que en la provincia de Córdoba es de ARS/l 5,61.
Hoy existen
cuestiones estructurales del negocio y el contexto que aún no están resueltas y
obligan al productor ajustar sus sistemas de producción para lograr la máxima
eficiencia. El mismo tienen que hacerse de todas las herramientas, ya sean
técnicas, económicas o de gestión
empresarial, para sobrellevar esta realidad.