Barigüí: Una pesadilla para la gente, muerden y le hace frente a los repelentes

Es un molesto insecto, también conocido como “mosca negra”, que puede producir reacciones alérgicas y dermatitis.


En General Belgrano, donde la costumbre de tomar mate a la orilla del río los fines de semana es una tradición muy arraigada, dicen que en los últimos recesos hubo quienes decidieron hacer otros planes. ¿La razón?: el
barigüí, una minúscula mosca negra que pica y que se encuentra por estos días en cantidades inusuales, sobre todo a la orilla del río, en las termas y en las zonas con mucho verde.
El bariguí vive en aguas moviles, a la vera de los ríos y en los pastizales/gentileza, diario democracia de Junín
 “Está en Belgrano desde hace cinco años. Algunos lo atribuyen al cultivo de arándanos y dicen que se trajo a los primeros para controlar la población de una mosca que afectaba a esa fruta. Pero este año está imposible. Son nubes de insectos que se arman, sobre todos los días de calor a la tardecita. En esos casos no se puede estar. Hay que meterse adentro de las casas, que es donde no molesta”, dicen vecinos de Belgrano consultados por este diario.
En Junín, en tanto, la preocupación es similar: “hasta el año pasado teníamos barigüís , pero en mucha menor cantidad. Este año se reprodujo de una manera loca. Está descontrolado. Por ejemplo antes era un bicho que se quedaba en los sectores donde había sombra. Ahora se le anima al sol y en las zonas verdes, como el parque Borcheaux, que está atravesado por el río, hay momentos en que no se puede estar en ningún lado”, dice Franco, vecino de Junín.
Pero el alcance de la plaga de barigüís va mucho más allá y ya alcanza a Bragado, Junín, Alberti, Mercedes, Chivilcoy, Roque Pérez, General Arenales, General Viamonte y General Belgrano, que son los más afectados. Allí se habla de nubes o enjambres de insectos, que además de ser molestos muerden, resisten a los repelentes contra mosquitos y pueden provocar reacciones alérgicas y hasta dermatitis, que en sus casos más extremos han requerido internación.
Mientras la preocupación por el tema aumenta, ayer, biólogos y epidemiólogos reunidos en la ciudad bonaerense de Bragado acordaron con nueve municipios de la cuenca del Salado el uso de bacterias para el tratamiento científico, integral y sistémico del barigüí.
El pequeño insecto, típico de aguas en movimiento y pastizales aledaños a los cursos de agua, se convirtió en una plaga a raíz de las recientes inundaciones, según algunos especialistas.
También destacan que no han dado resultado los repelentes y fumigaciones para combatir el barigüí, conocido popularmente como “mosquita negra”, cuya picadura es muy dolorosa.
Ahora se acordó usar bacterias denominadas BTI aplicadas por medio de un producto biológico de carácter natural formulado para su empleo en ambientes acuáticos, con el propósito de eliminar tanto las larvas del barigüí, como de los mosquitos y jejenes.
Los especialistas reunidos en Bragado estudiaron las posibilidades de establecer un convenio de cooperación institucional para el uso de las BTI -siglas de la bacteria Bacillus Thuringiensis-, que es la tecnología más difundida para el control del jején.
El encuentro fue organizado por el ministerio de Ciencia y Tecnología bonaerense y contó con los aportes del investigador del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave) dependiente del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Juan José García, y de la bióloga y epidemióloga de la Dirección Provincial de Epidemiología e Información Sistematizada, Alejandra Rodríguez. Los participantes propusieron diferentes iniciativas para abordar la problemática en el mediano y el corto plazo.

El barigüí no pica: muerde. No contagia enfermedades. Resiste repelentes