Según un
informe de Carbap, ya son 18 millones de hectáreas las afectadas por las
incesantes lluvias. Para un experto en el tema, el Plan presentado por el
gobierno podrá aliviar pero “profundizará la ya crítica situación de otros”.
Estima que son necesarios 22 mil millones de dólares en obras programados para
20 años.
La situación
hídrica en la provincia se complejiza día a día. Con las últimas lluvias,
nuevas zonas volvieron a inundarse y ya se estima que son alrededor de 18
millones de hectáreas las anegadas. Una realidad que solo puede dimensionarse
cuando las imágenes satelitales o aéreas muestran la triste postal de miles de
kilómetros de tierra bajo agua.
En palabras
de Velazco, el Plan anunciado por Vidal “trasladará un gran volumen de agua a
un sector de lagunas que, por las magnitudes de tormentas que se van dando,
tanto en intensidad como en duración, no soportarán las mismas sin generar
desbordes.
A pesar de
que la gobernadora María Eugenia Vidal parece priorizar esta problemática luego
de que anunciara un nuevo Plan que prevé 48 obras hidráulicas en 15 municipios,
la naturaleza parece no dar respiro y según un experto en el tema, las
inversiones hasta ahora destinadas “no alcanzan” y propone alternativas para
esta desafiante emergencia.
Claudio
Velazco –ingeniero hidráulico y civil de la provincia- sigue de cerca la
problemática y estima que “lo que falta son obras”: “antes que asuma la
gobernadora se necesitaban 22 mil millones de dólares para invertir en obras.
Esto está pensando para 20 o 30 años de gestión continua”, explicó en el
programa de debate político “Demasiado Humo”, que sale por QM Noticias.
“Planificar
significa pensar cuál es la realidad y pensar en etapas. Si lo pensamos en un
plan de acá a 20 años, estamos pensando en mil millones de dólares por años”,
desdramatizó sobre la cuantiosa suma de dinero que se debería destinar.
Según la
Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), la
dramática situación de las inundaciones ya significó una pérdida equivalente a
1 mil 500 millones de dólares, en relación a los animales y cosechas afectadas.
Una suma que equivale a lo que el gobierno debería destinar por año para un
Plan de obras hidráulicas contundente para soportar la nueva realidad
ambiental, según el ingeniero.
“Toda la superficie afectada son 18 millones
de hectáreas. Supongamos que esta zona tenga un anegamiento del 50%, de todas
formas estamos hablando de 9 millones de hectáreas”, informó Velazco.
Un “Plan B” al Plan del gobierno
El ingeniero
admitió que las últimas lluvias anuncian un “incremento en intensidad y
duración las tormentas”, algo que sin dudas escapa al control que cualquier
gobierno podría tener. A pesar de esto, Velazco cree que es necesario una
alternativa del Plan hidráulico presentada el pasado 22 de mayo por la
gobernadora Vidal.
Anteriormente
había manifestado que el proyecto del gobierno para encarar las inundaciones
“seguramente mejorará la situación de algunos distritos” pero desde la forma en
se lo está planificando, “profundizará la ya crítica situación de otros”.
En palabras
de Velazco, el Plan anunciado por Vidal “trasladará un gran volumen de agua a
un sector de lagunas que, por las magnitudes de tormentas que se van dando,
tanto en intensidad como en duración, no soportarán las mismas sin generar
desbordes”.
La idea del
Ingeniero hidráulico se denomina “Nuevo canal del Noroeste”, donde se plantea
llevar adelante una extensa obra de canalización que abarcaría más de 300
kilómetros y donde necesariamente debería iniciarse desde la provincia de
Córdoba.
En síntesis,
el “Plan B” al proyecto presentado por el gobierno, se trataría de un sistema
de canales que llevaría un tendido directo al Río Salado, para que pueda captar
los escurrimientos de la cuenca del río V, proveniente de las zonas más altas
del sector norte de la provincia.
Para eso, la
inversión necesaria debería ser mucho mayor a la destinada por la gestión de
María Eugenia Vidal, que en su anuncio del Plan de obras detalló que
significará unos 3 mil millones de pesos. Cuando para solucionar el problema de
fondo, la inversión equivalente se calcula debería ser de al menos mil millones
de dólares por año.