La iglesia
Ntra. Sra. de Fátima de 9 de Julio se convertirá en el primer Santuario que
tenga la diócesis. Su apertura está prevista para el próximo 13 de octubre a
las 19 hs.
Avanzan a
paso firme las obras para la erección del santuario de Fátima, el primero que
tendrá la diócesis de Nueve de Julio. En estos momentos se están restaurando
las imágenes y el antiguo retablo que pertenecieron a la iglesia parroquial
-hoy catedral- y que estaban en depósitos del museo municipal local.
Entre las
obras previstas está contemplada la reconstrucción total del espacio en torno al altar mayor
(presbiterio) y se agrandaron los
ventanales en donde se colocarán
vitrales con las escenas bíblicas.
La
iniciativa fue de Monseñor Ariel Torrado Mosconi y se dio a conocer con motivo
de la celebración por los 100 años de
las apariciones de Fátima el 13 de mayo pasado. Aprovechó la multitudinaria
convocatoria para anunciar que el
próximo 13 de octubre la iglesia Nuestra Señora de Fátima de nuestra ciudad
será elevada a la categoría de Santuario y se convertirá en un centro de
espiritualidad mariana para toda la Diócesis. La decisión surgió con ocasión
del año jubilar por el centenario de las apariciones de Nuestra Señora de
Fátima y debido a que es también patrona de toda la Iglesia diocesana.
Desde el
anuncio, las obras avanzan a paso firme tanto en lo que hacen a la estructura
edilicia propiamente dicha como a las obras artísticas que embellecerán el
lugar sagrado. Cabe recordar que para ello, el 6 de septiembre llegaron a la
ciudad de Nueve de Julio dos muralistas argentinos que recientemente trabajaron
en los jardines del Vaticano. Se trata de Mónica Corrales y Eduardo Díaz
Hermelo, quien también es Historiador de Arte.
Los artistas, que se ofrecieron generosamente a embellecer el futuro
centro espiritual, tendrán a cargo la producción de varios elementos
ornamentales, entre ellos los vitrales y el embellecimiento del frente. Además,
por estos días se aguarda con grandes expectativas la llegada de un tercer
artista de origen polaco.
Cabe
recordar que el futuro Santuario pretende brindar numerosos servicios
espirituales a la comunidad. Entre ellos: retiros y jornadas; rezos
comunitarios; catequesis para adultos y desarrollar escuelas de oración.
También procura convertirse en un verdadero centro de meditación donde además
se ofrezca, entre otras cosas,
acompañamiento espiritual tanto a través de los sacerdotes como de
laicos preparados para tal fin.