
¡Cuánto debe
agradecerle la gente del campo por su quehacer cotidiano a través de muchos
años, tratando de conseguir una vida digna para los que producen!
Nuestros
corazones lloran, pero estamos orgullosos de tu obra.
Tus ojos se
cerraron y está en paz tu alma, pero tu espíritu de lucha nos acompañará
siempre.