Un
total de diecisiete municipios, de los diecinueve que componen el distrito
electoral, fueron declarados en emergencia hídrica. Con diferentes realidades,
el agua es el principal problema de las áreas productivas.
El Gobierno
bonaerense promulgó, sobre el cierre de la semana pasada, la declaración
de
emergencia hídrica por dieciocho meses para los partidos del noroeste
bonaerense afectados por las inundaciones.
Sin embargo,
esta medida no soluciona nada. Los chacareros quieren que les saquen el agua y
eso, por el momento, va a ser imposible. Las obras se tendrían que haber hecho
mucho antes. El agua no tiene por dónde salir y, encima, el clima parece estar
en contra de todos.
La
emergencia fue declarada a través de un decreto publicado en el Boletín
Oficial, el cual informa que la medida tiene “como fin realizar obras y
acciones necesarias para aliviar las consecuencias de las inundaciones y el
escurrimiento superficial de las aguas”.
Así las
cosas, la norma abarca a General Villegas, Florentino Ameghino, Rivadavia,
Trenque Lauquen, Carlos Tejedor, General Pinto y Pehuajó. También, para
Hipólito Yrigoyen, Leandro N. Alem, Lincoln, General Arenales, Carlos Casares,
Junín, Chacabuco, Nueve de Julio, General Viamonte y Bragado. Sólo Chivilcoy y
Alberti no fueron alcanzados por la iniciativa.
La medida
también faculta al ministerio de Infraestructura a “adoptar las decisiones que
estime convenientes para evitar las agravaciones que pudieran derivarse del
fenómeno meteorológico individualizando y/o solucionar los problemas”.
“Las
intensas lluvias han generado un escenario crítico en determinadas zonas,
superando los volúmenes de drenaje de las cuencas, saturando la capacidad de
absorción de los suelos y colmando los bajos intermedanosos hasta su desborde
por sobre los terrenos naturales”, plantea el decreto.
Además
apunta que “el alto nivel de las napas freáticas limitó la capacidad de
almacenar las precipitaciones, aumentando los escurrimientos superficiales y el
movimiento de masas de agua en forma liminar”.
Sostiene,
asimismo, que “los entes, organismos y reparticiones que actúan bajo la órbita
de su competencia, podrán proyectar, controlar, dirigir y ejecutar obras
hidráulicas y trabajos tales como movimientos de suelos, terraplenes, alteos,
defensas, aperturas de rutas, canalizaciones, cegados, obturaciones y
endicamientos de cursos de agua, clausura, modificación, restauración y
mejorados de caminos rurales, vías de comunicación y accesos terrestres, como
así también toda otra obra o acción que se considere pertinente para alcanzar
los objetivos perseguidos”.
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La
gobernadora María Eugenia Vidal realizó importantes anuncios para todo el
noroeste. En este caso, adelantó que se realizará un plan que contempla la
ejecución de 48 obras por una inversión total de $3.500 millones. De ese monto,
$2.500 millones corresponden a financiamiento propio y $1.000 millones a
recursos del Gobierno Nacional.
Del acto
desarrollado este lunes, participaron además, el subsecretario de
Infraestructura Hidráulica de la Provincia, Rodrigo Silvosa, y los intendentes
de Rojas, Claudio Rossi; de Colón, Ricardo Casi; de Bragado, de Rivadavia,
Javier Reynoso; de General Villegas, Eduardo Campana; de Carlos Tejedor, Raúl
Sala; de Salto, Ricardo Alessandro; de 9 de Julio, de Lincoln, Salvador
Serenal; de Bragado, Vicente Gatica; de General Arenales, Erica Revilla; de San
Pedro, Cecilio Salazar; de Hipólito Yrigoyen, Jorge Cortes;de Capitán Sarmiento,
General Viamonte, Junín, Pablo Petrecca; de Trenque Lauquen, Miguel Fernández;
y de San Nicolás, Manuel Passaglia.
La
Calle de Pinto