En un
año particular, en que la cosecha se vio afectada y los mercados achican los
márgenes para el productor, Tomás Hnos. propone alternativas de negocios integradas,
con beneficios comerciales, logísticos y de cuidado del principal recurso: la
tierra.
Desde hace
años, la unidad de negocios de siembra asociada de la compañía viene creciendo
en forma sostenida, pero este
año el interés de los productores se vio
potenciado por las complicaciones del ciclo agrícola y los escasos márgenes a
cosecha: la soja hoy vale $3.700 versos los $4.500 del año pasado.
En la
campaña 16/17, la empresa sembró un total de casi 16.400 hectáreas de las
cuales más de 11.000, es decir un 68%, se realizaron bajo distintos esquemas de
sociedad (desde porcentajes variables hasta aporte de quintales o dólares por
hectárea) con productores y contratistas.
El dato del
crecimiento no es menor, si se tiene en cuenta que en la campaña 14/15, el 46%
de las 12.300 hectáreas sembradas por Tomás se realizaron bajo el modelo
asociado.
Es que la
empresa trabaja fuertemente sobre 3 patas de servicios, bajo un planteo
integral y diferencial: acceso a negocios comerciales a medida, soluciones
logísticas eficientes y el cuidado garantizado del campo del productor.
“La primer cuestión de peso es el respaldo que
da la empresa al propietario del campo. Al ver que está Tomás atrás del
negocio, le da un resguardo al cobro del alquiler o del porcentaje de producción.
La seriedad que impone la empresa hace que el productor se decida y esto se
nota. La sociedad potencia el negocio para el productor”, explica Juan Pablo
Yaquinta, uno de los líderes del departamento de siembras propias y asociadas
de la compañía.
A su vez,
los productores y contratistas que trabajan en forma asociada con la empresa
cuentan con una plataforma de multiservicios que acompañan el negocio: “tenemos
asesoramiento en seguros y comercialización. Nuestros socios se ven
beneficiados por el área comercial de Tomás y pueden aprovechar algún negocio
puntual”, describe el ejecutivo.
La segunda
gran cuestión de peso es el cuidado del recurso. “A nosotros, como empresa nos
preocupa mucho la sustentabilidad y trabajamos fuertemente en la rotación,
análisis de suelo, fertilización variable, corrección de fósforo, de nitrógeno,
hacemos mapeos y procesamiento con drone, agricultura de precisión.
Incorporamos todos estos servicios como un plus, bajo el objetivo de mejorar el
campo y dar más prestaciones a nuestros socios y clientes”, reconoce Yaquinta.
Dentro de la
comercialización, además, un punto a destacar es el tema logístico: “Nuestro
trabajo para con los socios es que no tengan nunca problemas logísticos en
cosecha. Tenemos un circuito integrado, fluido y eficiente al servicio de
nuestros clientes”, agrega.
Rindes potenciados por modelos asociativos
En las casi
16.400 hectáreas trabajadas por la empresa y con un avance de cosecha del 96%
de la superficie de soja de primera, un 78% de la soja de segunda, un 86% del
maíz temprano y un 5% del maíz tardío, los modelos asociativos marcaron la
diferencia.
En estos
campos que Tomás trabaja en forma asociada la empresa propone a los productores
modelos a largo plazo, con aplicación de agricultura de precisión, estrictas
rotaciones y un muy buen manejo de fertilizantes. “El resultado fue más que
contundente, con rindes en soja de primera de hasta un 20% superior al promedio
de la zona”, destacó Yaquinta.
A modo de
ejemplo, el líder de la unidad de negocios de siembra asociada de Tomás
mencionó el caso de un campo que la empresa viene trabajando hace 5 años con
reposición de fósforo y donde se obtuvieron rindes superiores a los 4.500 kilos
de soja de primera.
“En estos lotes, hace 8 años se trabaja con rotación
y manejo de malezas y hace 5 años le agregamos seguimiento de fósforo. Se viene
manejando muy bien y se nota, sobre todo la fertilización. El resultado: 9.500
kilos de maíz de primera, casi 600 kilos más que campos muy cercanos”, remarca
Yaquinta.
“Por eso en Tomás decimos que sembramos
confianza con experiencia que rinde”.
Fuente:
Comunicación Tomás Hnos.
