La
cooperativa desmintió haber aumentado
40% los sueldos y atribuyó la crisis a "circunstancias" como el
mercado internacional y las inundaciones. Reconoce un "proceso de
reconversión".
La
cooperativa SanCor, una de las dos mayores firmas lácteas de la Argentina,
comunicó que está negociando en diversas instancias para salir de la crisis,
sin aportar mayores datos sobre las posibilidades futuras, mientras trabaja en
su reestructuración.
"SanCor
Cooperativas Unidas Ltda. reafirma que se encuentra trabajando en el desarrollo
de diversas líneas de acción para afrontar de manera cabal los desafíos que se
le presentan, en el proceso de reconversión y reestructuración iniciado tiempo
atrás", dice el comunicado oficial.
Respecto de
las tratativas que se llevan adelante, la información fue escasa: "Por
razones de estricta confidencialidad y atento a la prudencia necesaria en el
cierre de las distintas gestiones y negociaciones en marcha, desde la empresa
no se ampliará información hasta que surjan definiciones al respecto. Aclaramos
además que cuando esto suceda, será a través de los canales oficiales
habituales".
SanCor
precisó que su crisis se debe a "diferentes circunstancias". Enumeró:
"cuestiones de mercado (tanto el doméstico como el internacional); el
clima adverso (con inundaciones que golpearon en forma recurrente las
principales cuencas productivas); problemas de infraestructura, que impiden
sobrellevar de mejor manera los contratiempos; y desfasajes en los costos que
hacen al funcionamiento del sector".
"La
remisión de leche a nuestras plantas industriales ha disminuido
considerablemente en los últimos días por lo que la Cooperativa decidió la
suspensión de actividades en algunas de sus instalaciones industriales".
Asimismo,
desmintió un presunto aumento de 40% en los salarios de los trabajadores:
"la Cooperativa manifiesta que los acuerdos no son facultad de SanCor ni
de ninguna compañía en particular, y se realizan en el ámbito de la cámara
empresarial respectiva. En ese sentido, el porcentaje del aumento acordado por
el Centro de la Industria Lechera (CIL) fue del 13,9%".
La planta de Arenaza habría detenido su producción
La fábrica
está dividida en dos, una parte manejada por “Arsa” y otra por “Sancor”. Ésta
última tiene apenas veintiséis empleados, a los que se les adeuda parte de
enero y sólo cobraron una porción de febrero. Además, Camioneros bloqueó la
entrada de vehículos y un problema entre empresas habría hecho que la parte de
la usina que funciona correctamente también esté detenida.