En nuestra
ciudad decenas de jóvenes pasaron la noche del miércoles en vela recorriendo
las calles de Casares buscando algún
Pokemón y cazarlo. Por cierto rápidamente se corrió la información de los
posibles lugares donde encontrarlos y allí fueron.
Por la
mañana la cacería siguió, pero en los recreos de los colegios abriendo un nuevo
problema a los ya existente en
cada uno de ellos.
La
aplicación que despertó la locura en el mundo ya está disponible en el país.
En las
últimas semanas vimos cientos de imágenes de la locura Pokémon en el mundo.
Descontrol en el Central Park, invasión de cementerios, hospitales y hasta del
museo de la memoria de Auschwitz.
Nadie tenía
límites. Se vio a un hombre cazando pokemones en la sala de partos de su mujer
y a otro que visitó la casa de una ex con la excusa de cazar charmanders,
bulbasaurs y pikachus (¡y su novia lo descubrió!), varias personas tuvieron
accidentes e incluso hubo muertos. El furor que generó Pokémon Go -sobre todo
entre los jóvenes- es tan grande que algunos gobiernos se declararon
preocupados.
Más allá de
las anécdotas, todos esperábamos que llegara. ¡Y llegó! Hoy, inesperadamente,
la aplicación apareció en los celulares. Antes de lo prometido. Y antes que a
Brasil.
¡A cazar
pokemones!