Hoy se cumplen 50 años del último gran desvarío de la
República Argentina: el derrocamiento del gobierno de la Unión Cívica Radical
presidido por Arturo Illia. No
porque la dictadura que lo reemplazo hubiese sido la más cruel ya que el golpe
militar del 24 de Marzo de 1976 llevó el terror de estado a limites impensados,
sino porque ese día, como consecuencia de la acción convergente de sectores
militares, empresarios, sindicalistas y políticos, unidos a la indiferencia
popular se terminó con un gobierno audaz, progresista, auténticamente
democrático y decente, para comenzar un
período de intolerancia, decadencia económica y pérdida de autonomía nacional
de los que, en algunos casos aún no nos hemos recuperado
El 28 de Junio de 1966 Argentina era la segunda
economía de América detrás de los Estados Unidos, el PBI per cápita triplicaba
al de Brasil, duplicaba al de México, superaba a los de Japón y España, era equivalente
a los de Italia y Austria y crecía a un ritmo del 8% anual.
En 1965 logra la aprobación de la resolución 2065
del Comité de Descolonización de las
Naciones Unidas que obligaba al Reino Unido a iniciar negociaciones sobre la
soberanía de las Islas Malvinas, condena
la intervención militar norteamericana en República Dominicana negándose a
enviar tropas a la fuerza de
intervención que aprueba la O.E.A. y
negocia el Concordato con la Santa Sede que afirma el principio de separación
de la Iglesia del Estado al tiempo que fortalece la libertad de culto.
Asigna un inédito para la época 23,2% del presupuesto nacional a Educación,
impulsa el plan Nacional de Alfabetización que incorpora a 350.000 ciudadanos
de entre 18 y 85 años, en un clima de libertad académica sin precedentes la
Universidad de Buenos Aires alcanza sus máximos niveles de excelencia.
Sanciona la Ley de salario Mínimo Vital y Móvil
garantizando su ajuste automático y la Ley de Medicamentos que los declara bien
social fijando la intervención del
Estado en la aprobación de sus precios de venta.
Cumpliendo lo comprometido durante la campaña
electoral anula los contratos de concesión de áreas petrolíferas con las
principales multinacionales recuperando para la Nación la gestión de sus recursos
petroleros.
Con la legitimidad derivada de su elección por el 57%
de los miembros del colegio electoral y la firmeza de sus convicciones
democráticas enfrenta las presiones de los sectores antiperonistas de las
fuerzas armadas levantando la proscripción electoral del peronismo que se
presenta en las elecciones legislativas de 1965 logrando el 29,62% de los
sufragios.
En la madrugada del 28 de Junio el Presidente
derrocado por el brazo militar de una coalición de intereses económicos
nacionales e internacionales dejó la Casa de Gobierno acompañado por pocos.
Con el tiempo vinieron los arrepentimientos de los
actores de esa noche. El Coronel Luis Perlinger encargado de desalojarlo del
despacho presidencial le envió años después una carta en la que reconocía “Usted me dio esa madrugada una
inolvidable lección de civismo”.
El Presidente Illia fue un ejemplo de honestidad, coraje
y determinación y el suyo un gobierno dinámico y respetuoso de la Constitución como
solo lo han sido los gobiernos de la Unión Cívica Radical.
Esto es lo que
nos moviliza y nos convoca a seguir trabajando
por el progreso, la justicia y la libertad de los pueblos.
AGRUPACIÓN
RAÚL ALFONSÍN
U.C.R.
CARLOS CASARES