Un
verdadero ejemplo de integración que augura un mejor futuro
Las últimas
elecciones en Argentina, trajeron muchas sorpresas, pero sin lugar a dudas, la
mas importante tiene que ver con el ejemplo de madurez e integración que el
pueblo argentino ha demostrado. Prueba de ello es que, por primera vez en la
historia, tendremos una vice-presidente y un ministro en sillas de ruedas, lo
que significa además de dar por aprobadas sus capacidades personales de
gestión, un
verdadero ejemplo de lucha desigual que hoy tiene un merecido
reconocimiento de millones de argentinos.
Por primera vez, Argentina tendrá un ministro
y una vice-presidente en sillas de ruedas
En
referencia a esto, más allá de todo lo que se ha informado sobre la historia de
vida de Gabriela Michetti, es centralizarnos sobre la designación de Jorge
Triaca a la cabeza del Ministerio de Trabajo lo que ha traído obvias miradas
sobre su vida personal y, por supuesto, sobre el accidente de tránsito que lo
limitó a una silla de ruedas cuando apenas tenía nueve años.
Por todo
ello, DIARIO21.TV, considera mas que valioso transcribir la entrevista
realizada al hoy elegido como Ministro de Trabajo, para la revista La Tecla
donde este hombre que hoy tiene solamente 41 años, contó parte de su vida.
"Se me
cayeron veinte años encima", cuenta el funcionario en aquella charla.
"Una es la propia limitación de tu cuerpo. Después, el contexto físico que
te rodea, la relación con los demás, desde la mirada de 'pobrecito' que te dan
muchos hasta la necesidad de valer más allá de la silla. Es decir, lograr que
te valoren o te quieran por lo que sos, por lo que pensás, y no por las
características que te da tu incapacidad".
Sin embargo,
Triaca confesó que no le impidió vivir su adolescencia a pleno. Terminó el
colegio y se recibió de economista, para luego casarse y ser padre.
"Hice
cosas que no pensé que podría hacer, como practicar algunos deportes. Igual,
creo que todo tiene que ver con la decisión de querer vivir la vida, de
aprovecharla al máximo, y con la actividad que hago eso se alimenta todos los
días", sostuvo.
Con lo que
sí tuvo que enfrentarse fue con las limitaciones edilicias de muchos de sus
lugares de trabajo. Mientras se desempeñaba en el Ministerio de Economía, el
baño no estaba adaptado a sus necesidades y se veía obligado a ir a los
sanitarios del Patio Bullrich. En el Congreso, se topó con que ni siquiera
había rampas, aunque actualmente hay varias instaladas, además de elevadores y
plataformas en vez de butacas para los parlamentarios que se desplacen en silla
de ruedas.
Las que no
tuvieron problema en adaptarse fueron sus hijas y los demás niños de su
familia. "Para los chicos, la naturalidad con que toman la silla de ruedas
es diferente de la de los adultos. Ellos siempre me preguntan por qué estoy en
silla, y yo les digo la verdad, que tuve un accidente y no puedo mover las
piernas, y se olvidan del tema", cuenta Triaca.
Diario21.tv