El
senador provincial Omar “Peli” Foglia afirmó que “la educación nunca ha sido
una prioridad en el gobierno de Scioli y lo que es peor aún es que quiere ser
el próximo presidente, ¿qué será del futuro de los argentinos si la educación,
que permite no solo la formación sino también la movilidad social no está en la
agenda de los dirigentes?”.
“Esto está
claro en la falta de políticas educativas, de proyectos que busquen la
inserción laboral de los alumnos, carencias edilicias, docentes mal remunerados
y en condiciones irregulares y un presupuesto cada vez más acotado”.
Al respecto
explicó: “La ley de presupuesto para el año 2015 asigna a la Dirección General
de Cultura y Educación (DGCyE) $ 68.464.396.200, representando un 27,8% del
presupuesto provincial (el total de Erogaciones Corrientes y de Capital,
Administración Central, Organismos Descentralizados e Instituciones de
Previsión Social es de $ 246.207.403.229). En el presupuesto para el año 2014
esta participación alcanzaba el 29,6%; es decir, que la prioridad relativa del
área educativa es menor que el año pasado. Si extendemos el análisis, en el
presupuesto 2013 este indicador superaba el 30%”.
Y agregó:
“Esto es consecuencia de un incremento del presupuesto educativo inferior al
crecimiento del presupuesto para toda la Administración; mientras que el
presupuesto total crece a un 36,4%, la DGCyE lo hace en un 28,3%”.
Por otra
parte, el senador casarense comentó: “El 97% del presupuesto de la DGCyE es
sueldos y transferencias a escuelas privadas para sueldos. Otro dato
preocupante es la precariedad laboral del docente. El 50% de los cargos y el
75% de las horas cátedra son temporarios (sin contar los suplentes), esto no
solo afecta la situación laboral limitando los derechos (por ejemplo: los
provisionales no tienen los mismos derechos que los titulares para concursar
cargos jerárquicos), sino también en aspectos extra laborales como puede ser
acceso al crédito”.
Obras
En cuanto a
Infraestructura Educativa, la ejecución del presupuesto 2014 señala:
Bienes de
Uso, (construcciones, equipamiento para el aula; libros para bibliotecas;
equipamiento educacional e instalaciones) se ejecutó el 58% de lo
presupuestado, y la inversión en todos estos conceptos sumados resulta de $
62,8 por alumno por año.
En Bienes de
consumo (que incluye, entre otros conceptos, papelería, tizas), la ejecución
fue de apenas 64% del crédito original, y estas erogaciones representaron, en
promedio, $ 2,58 por alumno por mes escolar.
El
presupuesto 2015 en Infraestructura Educativa, prevé erogaciones de capital
(incluyendo la realizada directamente y las transferencias para inversión) un
monto de $ 525.144.400; que si tenemos en cuenta que para 2014 dicho monto
ascendió a $ 567.680.400 “resulta
evidente que hay un recorte nominal, que los pesos disponibles son menos que
los del año pasado. No podemos perder de vista para dimensionar este monto que
las actividades centrales de la DGCyE tienen asignados $ 946.328.061; es decir,
para las actividades de administración se contempla un 80% más que la inversión
para Infraestructura Educativa”.
“La
educación, que no solo es formación de técnicos, profesionales, crecimiento de
empresas, exportaciones, valor agregado y competitividad. También es formadora
de personas, de dirigentes políticos y de la comunidad en general. Y por sobre
todo es una herramienta para hacer frente a la pobreza, desigualdad y a la
inseguridad”, finalizó Foglia.