
“Está muy claro lo que hay que hacer en la
Argentina. Este año se sembrarán 2 millones de hectáreas menos de soja, que
pasará de 35 a 32 millones de hectáreas.
“Los productores dicen ‘hasta acá llegamos’.
En el caso del maíz la venta de las bolsas de semillas cayeron 50%.
“No es solo una crisis financiera. Es más
grave, hay deterioro patrimonial. Muchos no pueden pagar las deudas con los
proveedores.
“El plan estratégico para el campo, el PEA
2020, que diseñó el Gobierno en consenso con numerosos sectores planteaba para
estas campañas una producción de 140 millones de toneladas de granos. Estamos
en 100 millones. Dejamos de percibir US$ 3.500 millones por exportaciones por
año.
“Las economías regionales están destrozadas.
Aquí no se considera que la industria de la fruta tenga más empleados que la
automotriz. Y no se puede funcionar cuando el flete absorbe el 40% de los
costos.
“Ninguna producción pagando el 40% de
impuestos es sostenible. Argentina compite con países que subsidian su
producción como EE.UU., que destina US$ 400.000 millones a los productores. Y
también compite con países que facilitan la actividad con créditos blandos. Es
el caso de Brasil.
“Si China crece a menos del 6% los precios
actuales de las materias primas van a ser altos en comparación con lo que se
viene.
“Sin embargo, la demanda de alimentos por
parte de China continuará. Su consumo de carne y de soja se multiplicó varias
veces desde 1978".
Clarín
Rural