Las bases “arrollaron” a la dirigencia en los acuerdos entre el Panrradicalismo y el PRO y ya se habla de “Juntos”, su próxima marca electoral

En la 4ta. GEN va por acordar con Macri. Avanzan radicales y amarillos en las secciones del interior.  Intendentes toman posición frente a las Convenciones. Posse,  paraguas para muchos que no se “atrevían”.  Bazze ya conversa con Monzó

En enero pasado dábamos un pantallazo de lo que “viene de abajo”, al revés de lo que ocurriera con los últimos acuerdos del radicalismo por ejemplo el de 2007 con Lavagna – que llevó los votos de los radicales hacia Elisa Carrió – y el de 2011
con De Narváez – que permitió consagrar a un senador nacional del GEN, Jaime Linares, porque se contaban con los dedos a los radicales o filorradicales que soportaban votar a Pepe Scioli en la lista encabezada por la fórmula Alfonsín-González Fraga – , que fueron hechos por las cúpulas partidarias: Alfonsín “el Grande” (con Moreau, Storani, etc.) y Alfonsín “el Chico” (con Bazze y Cía.), respectivamente.
Y lo que “viene de abajo” es la confluencia con el PRO. Los hechos confirmaron, casi precipitadamente, los adelantos de “La Tribuna”. Las bases arrollaron a la dirigencia y así Emilio Monzó, principal armador del macrismo en la Provincia, ya se sienta café de por medio, con Miguel Bazze la mano derecha de Alfonsín “el Chico”. El ricardismo – o mejor dicho el propio Ricardo, casi únicamente – era hasta ayer el más duro para acordar pero con una Convención en puertas, el 7 de marzo en Arrecifes, donde mayoritariamente los representantes distritales, máximo organismo de conducción, votarían por subirse a la ola amarilla, la derrota estrepitosa de su posición era más que segura. Sólo quedaría el cómo y cuándo decirlo. Ello cuando se sabe que la Convención Nacional, convocada por Ernesto Sanz para el 14 de marzo en Gualeguaychú, Entre Ríos (donde paradógicamente PRO y UCr acordaron que Alfredo De Ángeli y el alfonsinista Atilio Benedetti compitan en las PASO por la Gobernación) cobistas y alfonsinistas la tienen perdida. Sanz tiene la palabra de los convencionales de las Provincias interiores que quieren desalojar más de un cuarto de siglo de peronismo, ahora que lo tienen dividido y ante la carencia de candidatos tanto de Massa como Macri. La Convención Nacional del radicalismo dirá: “interna amplia de la oposición” y el jefe partidario agregó en un programa periodístico de TN: “y si no se puede yo estoy por una convergencia junto al PRO” y al preguntársele “¿por qué?”,  “porque lo quiere el 80% de los radicales”.
Mientras se extienden como una mancha de aceite las negociaciones entre radicales y amarillos, quizás la noticia más potente (que confirma lo que eran versiones hace poco más de un mes cuando “LA TRIBUNA” las adelantó) es la fuerte posición del GEN de la Cuarta Sección Electoral sosteniendo la necesidad de un rápido acuerdo, confirmado por una de las espadas del sector: Abel Buil, vicepresidente 2º de la Cámara de Diputados bonaerense, y por los galanteos de María Eugenia Vidal con la gestión de su hermano, Sergio, el Intendente de Rivadavia, quien, por su lado, se trenzó en una discusión con Juan Carlos Juárez uno de los más allegados a Margarita Stolbizer, opositora férrea a cualquier acuerdo con Macri. Y tiene potencia porque esta sección es la región en la que los “margaritos” han hecho, desde 2007, las mejores elecciones: tienen sus únicas dos Municipalidades: Henderson con el viejo y apreciado caudillo radical Enrique Tkacik, que ha notificado que tiene la puerta abierta para acordar con todos los que no sean kirchneristas,  y el propio Sergio Buil;  así como con el único representante con que cuenta en el Senado bonaerense, el casarense Omar “Peli” Foglia, uno de los primeros en impulsar las conversaciones, pero que a diferencia de la furia acuerdista de los hermanos de Rivadavia ahora se ha echado a “la retranca” señalando que esperará que Margarita se allane a acordar con las huestes del Jefe de Gobierno Porteño (¿y si Marga no lo hace?, se pregunta a los allegado del legislador… “y ahí el Peli saltará”, dicen).
Las convenciones de la UCR, la nacional y particularmente la provincial – que deliberará este sábado 7 de marzo en Arrecifes, 2ª Sección Electoral – estarían, entonces, ya “perdidas” para los sectores del alfonsinismo más duro ante la presión de los Intendentes radicales – la única cuota de poder que aún conservan los radicales por sí solos – muchos de los cuales ya “destrancadamente” se han mostrado con representantes macristas o directamente han manifestado su adhesión a la candidatura presidencial del Jefe de Gobierno porteño. Una de las más activas secciones es la SEXTA en donde María Eugenia Vidal,  por enésima vez, se reunió con los intendentes radicales:  Miguel Angel Pacheco (Pellegrini), Facundo Castelli (Puán) y Esteban Hernando (Daireaux), así como con el exjefe comunal de Tres Lomas Mario Espada, quien está trabajando activamente para que se conforme el frente Pro-UCR y eso lo hizo acompañada por Héctor Gay – ex denarvaísta hoy en el PRO – quien podría confluir en Bahía Blanca en una concertación local tanto con la UCR como con el GEN que lideran los hermanos Linares, Jaime el senador nacional y Virginia la diputada, y tiene, asimismo, importancia el salto de Carlos Oreste, intendente de Coronel Pringles de  la mano de Gustavo Posse.
En la QUINTA, el histórico Aníbal Loubet de General Guido, con la claridad que lo caracteriza, se ha pronunciado por juntarse con Macri y Juan Gobbi de Chascomús tiene vinculaciones cercanas con Vidal; también hay un fuerte movimiento de los distritos más  chicos de la Sección, como General Madariaga, que pugnan dentro de la UCR para confluir con el PRO, y a eso se suman movimientos en el propio GEN una de cuyas principales alfiles nacionales, el exlegislador Ricardo Vázquez, impulsa una confluencia “con o sin Margarita”, a lo que hay que añadir al único intendente de la Coalición Cívica, Camilo Etchevarren de Dolores quien ya ha manifestado por todos los medios su adhesión a la candidatura del ingeniero que gobierna la capital de la Argentina y el exstoranista Luis Baldo foguea por su parte el acuerdismo.
En cuanto a la CUARTA los movimientos son variados aunque la ola corre. Lo del GEN ya lo dijimos, pero también ocurre en la UCR. En Carlos Tejedor, por ejemplo, “enemigos íntimos” como el propio Emilio Monzó y Andrea Marcos Pérez – contando, ésta,  como respaldo con los cuatro concejales y los dos consejeros escolares del radicalismo – confluirían en aras de de un objetivo mayor: desalojar al kirchnerismo randazzista de la Comuna, juntando fuerzas. En Lincoln el radical con más chances de acceder a la Municipalidad, Salvador Serenal, adscribe a Ernesto Sanz por lo que unirse al PRO no tendría ningún obstáculo, a no ser que juzgasen como una gran pérdida que el GEN/FAP de los concejales Manuel Solana y Patricia Gallinelli, que integran un interbloque con los radicales en el Concejo Deliberante, no quiere ni oír hablar de esa posibilidad; en tanto en Gral. Pinto, si bien la UCR recuperó la presencia opositora en el Concejo en 2013 hasta entonces monocolor, hay un movimiento que supera la estructura formal conformado éste por radicales, independientes, PRO, peronistas históricos y gente del campo que ha causado cierta preocupación en el oficialismo del intendente Alexis Guerrera. En Junín si bien el intendente del Frente Renovador parece imbatible, la Coalición Cívica y el PRO conversan y a ellos se sumaría el radicalismo residual y, asimismo, el grupo de la diputada possista Laura Esper que emigraría, como su jefe, hacia el macrismo. Es que la salida de Gustavo Posse del massismo es el paraguas para muchos radicales con el cual cubrir su llegada al PRO, “al fin y al cabo es un correligionario”, dice, aunque el “estómago no les haya alcanzado para juntarse con Massa”, señalan.
Siguiendo con el noroeste bonaerense, en Trenque Lauquen habría una corriente acuerdista mayoritaria y lo mismo en Leandro N. Alem donde sectores tradicionalmente alineados en el ricardismo, votaron en una asamblea por unirse con Macri; en 9 de Julio PRO y GEN quieren desbancar al intendente Battistella pero de conformarse un gran acuerdo en la Provincia, éste, uno de los más importantes jefes comunales de la UCR, tendría allanada la candidatura a su tercera reelección – aunque el regreso de un “muerto vivo” como se escuchó decir del Dr. Juan José Cavallari podría, como el diablo, “meter la cola” –, también hay movimientos en Chivilcoy donde el radicalismo cuenta con una sola representante, la joven Lourdes Zaccardi, en tanto el PRO liderado también por una prometedora figura juvenil: Sebastián García De Luca sigue incorporando actores sociales como Martín Fernández Cagnone, expresidente de la Sociedad Rural local quien trabajó el tema del Fondo Sojero precisamente con Zaccardi, en un panorama dominado por el peronismo, tanto el kirchnerista de Florencio Randazzo como el massista que representa Guillermo Britos; en Alberti la oposición está monopolizada por la UCR y en Bragado la conducción formal que responde al viejo caudillo de los ’70 y ’80: Ernesto Figueras dice que “le da lo mismo Massa que Macri y lo que queda de UNEN no es competitivo”, en ese ámbito distrital ha surgido una corriente liderada por los cuatro concejales radicales que ha sembrado de incógnitas a la ciudad, desde su aparición hace una semana,  con colorida cartelería donde predominan la gama de los amarillos y llama la atención el españolísimo “Podemos” al lado del nombre de Fernando Neri, el titular de la bancada. Movimientos similares estarían gestándose en Los Toldos, Carlos Casares, Pehuajó, General Arenales, lugar éste en el que los radicales, la Coalición Cívica y el PRO trabajan juntos en un Interbloque en el Concejo Deliberante, y  en Florentino Ameghino en donde el radical Calixto Tellechea volvería a presentarse con serias posibilidades de hacer una “inmejorable” elección en un distrito monopolizado por el PJ y de encolumnar al abanico opositor para pelearles el feudo a los hermanos García; más difícil aparece General Villegas donde en el radicalismo un “ballarismo ochentoso” levanta al concejal Diego Tellechea como candidato a Intendente, partidario de una “lista  3 pura”, que ha sumado la adhesión de Gustavo Santillán, candidato a Intendente en 2011 cuando la UCR hizo una de sus mejores elecciones desde que hace exactamente 20 años Alberto Ballari dejó la Intendencia para ser diputado, época desde la que no puede encontrar el rumbo, por el otro lado la mayoría del Bloque de Concejales, de los movimientos internos de la UCR y el GEN – enrolado en la corriente acuerdista de los rivadavianos hermanos Buil – levantan la candidatura de Eduardo Campana, esto dentro del moribundo UNEN, a lo que hay que sumarle la posibilidad de acuerdo con el PRO  cuyo hombre fuerte y candidato a la Jefatura Comunal es Horacio Lorenzo, de origen radical, exfuncionario municipal y concejal, quien aboga por un pacto al que le “escarcean”,  entre celos y rencillas pueblerinas  de antigua data, sin embargo en un amplio acuerdo podrían todos ir a las PASO de agosto, sin embargo los más sensatos susurran el nombre de la Dra. María Cristina Rodríguez, prestigiosa médica, concejal en ejercicio, “mujer de cuidado” para el pejotismo en su conjunto, sea del kirchnerismo o del massismo, quien podría sintetizar las aspiraciones de todos estos “hombres en pugna” ante la seria posibilidad que su candidatura – a la que se viene resistiendo repetidamente – supondría para desbancar 20 años de administración justicialista.
Un panorama, en el interior, que se completa con la séptima sección en la que la UCR dice que será orgánica en Saladillo dominada por “el Goro” (el intendente Carlos Gorosito), lo que quiere decir que habrá alianza con quien se decida “preservando el ideario radical”  y, por el lado de lo que ha sido la Coalición Cívica y el GEN se mueven Juan Carlos Morán,  el exdiputado de las preferencias de Elisa Carrió , hacia cuyas sombras ha vuelto la jefa comunal de 25 de Mayo, Victoria Borrego, y el exintendente Jorge Cravero, del GEN, ambos absolutamente jugados a la candidatura de Macri. En cuanto a los demás distritos: la UCR en Olavarría – Ernesto Cladera, Franco Cominotto y Fernanda Aranea, los tres concejales – acordaría a través de Gustavo Posse; en General Alvear, el intendente Alejandro Celillo, quien recibió tanto a María Eugenia Vidal como a Gustavo Posse,  y el radicalismo – que accedieron a la Intendencia en 2011, contra todo pronóstico pero perdieron la legislativa de 2013 – apuran un acuerdo con el PRO y lo propio pasa en Bolívar en donde ediles y autoridades de la UCR recibieron a Posse por un lado y, a la vez,  Juan Carlos Simón, el exintendente y exsenador radical, fue invitado a disertar sobre coparticipación municipal en un encuentro seccional del PRO. En tanto por Azul el que ha pasado “vendiendo” su salida del Frente Renovador fue el mismo intendente de San Isidro pero no de una manera “marginal” sino todo lo contrario, han sido las autoridades del Comité de Distrito que preside Leandro Prat quienes lo han acompañado.
Las elecciones están en marcha.

La Tribuna de la Región de Periodismo Liberal