Al grave estado de la red vial se sumaron problemas en varios puentes que fueron cerrados transitoriamente. La oposición pide desde interpelaciones hasta la renuncia del titular de Infraestructura, quien llegó a ese cargo porque “conseguiría financiamiento” para obras
Cuando
Daniel Scioli decidió colocar a Alejandro Arlía al frente del ministerio de
Infraestructura, la explicación oficial fue que el por entonces ministro de
Economía tenía los canales abiertos para conseguir el
financiamiento que
permitiera mejorar la ya deteriorada red vial, cuyo costo era imposible
afrontar con las arcas propias.
Con el
correr del tiempo, salvo excepciones que tampoco estuvieron exentas de demoras,
se acrecentó la brecha entre las respuestas y la demanda social al respecto.
Para colmo, 2015 llegó con la novedad de fallas estructurales en puentes de
suma importancia para el movimiento turístico y productivo. Esto coloca cada
vez más al área de Infraestructura como el talón de Aquiles de la gestión y en
un blanco fácil para la oposición, deseosa de mellar la imagen de Scioli en la
puja presidencial.
Lo que eran
reclamos por el estado de las rutas, y las muertes que en muchos casos este
deterioro habría provocado, se transformó últimamente en pedidos de
interpelación para el Ministro y hasta para el propio gobernador. Incluso, a
viva voz, legisladores del Frente Renovador salen a pedir la renuncia de Arlía.
La clausura
temporaria de las manos en sentido sur-norte del puente Guerrero sobre la
Autovía 2 se produjo el fin de semana más candente en cuanto a tránsito hacia
la Costa Atlántica, y el reciente cierre de un puente en la ruta 29 (otra de
las vías de acceso hacia el litoral atlántico), reavivaron la polémica,
agravada por las endebles excusas por parte del Ministerio.
En el tema
del puente Guerrero, Arlía buscó deslindar responsabilidades y a la vez inculpar
al rival interno del Gobernador. Dijo que la falla se había producido por los
trabajos de cambio de vías en el pasaje ferroviario por encima del Salado,
realizados por el ministerio del Interior y Transporte que conduce Florencio
Randazzo. Las respuestas desde la cartera nacional apuntaron a la presunta
ineficacia del Ministro bonaerense.
En aquella
oportunidad, el desvío del tránsito fue un verdadero desafío, y cientos de
automovilistas debieron tomar la ruta 11. Muchos se encontraron con que antes
del empalme con la 63 en Esquina de Crotto hay un puente cortado y el tránsito
se desvía hacia la vieja pasarela de madera. Ese puente lleva tres temporadas
fuera de servicio.
Pocos días
después del incidente con el Guerrero, y también por fallas estructurales, se
debió cerrar el paso en el puente de la ruta 29 en General Belgrano. La
explicación técnica oficial es que la estructura habría cedido por el mayor
caudal del río tras las inundaciones del año pasado. Los puentes son
precisamente para facilitar el paso del agua por los caudales naturales, y con
el mantenimiento adecuado no deberían sufrir estos contratiempos.
La Unión de
Usuarios Viales (UDUV), una ONG donde confluyeron en los dos últimos años las
asambleas regionales de toda la Provincia, presiona en la Legislatura para que
interceda ante el Ejecutivo, se atiendan sus reclamos y se escuchen sus
propuestas. En tanto, desde el Legislativo surgieron en el último mes duros
embates contra el Ministro.
Mientras la
UDUV hizo una presentación en Diputados para que se interpele a Arlía y a
Scioli, desde el bloque del Frente Amplio Progresista se quiso avanzar en la
última sesión con un pedido de interpelación al Ministro por el incumplimiento
en la concreción de la autovía de la ruta 88 que une Mar del Plata con
Necochea. Por ahora las interpelaciones no prosperaron.
Tras un
accidente fatal en esa carretera, el senador Gabriel Pampín (Frente Renovador),
dijo: “No le queda otra alternativa a Arlía, que renuncie y se vaya”. En tanto,
el diputado massista y presidente de la comisión de Obras Públicas, Daniel
Monfasani, disparó: “El gobernador Scioli no puede explicar, ni tampoco su
ministro Alejandro Arlía, por qué no repavimentan los 4429 kilómetros de rutas
que proyectó cuando defendió el Presupuesto en la Legislatura”. La oposición le
dispara al Ministro con la intención de hacer blanco en Scioli.
Como si esto
fuera poco, también se comienza a buscar con mayor frecuencia la intervención
de la Justicia. Jorge Lapena, uno de los autoconvocados de la Zona Vial VIII,
recordó que la continuidad en la repavimentación de la ruta 65 (que Scioli no
pudo inaugurar la semana pasada por cuestiones climáticas), “no quedó parada
por la acción judicial que iniciamos nosotros”.
En tanto, el
pasado jueves, el juez marplatense Ricardo Perdichizzi habría dado lugar a una
acción de amparo para que la Provincia repare la ruta 88, la cual ordenaría al
Ejecutivo la reparación y la señalización de la carretera. Incluso pediría que
se coloquen carteles de advertencia de que se trata de una ruta peligrosa, en
la que ya murieron seis personas en lo que va del año. La orden sería que la
reparación sea inmediata, por lo tanto la Provincia debería destinar rápido una
partida presupuestaria.
Las malas
noticias para Arlía no cesan y el Ministro está en el ojo de la tormenta.
La
Tecla