Accidente en pleno centro que pudo terminar en tragedia

Cerca de las 6 de la mañana se produjo un accidente de tránsito en plena Av. San Martin a dos cuadras de la comisaria y tuvo como protagonistas a un hombre de apellido Iturralde que manejaba un Renault Fluence quien impacto contra una Renault Megane Breck que estaba estacionado frete al domicilio del dueño, Alberto Sigal.
El conductor del fluence, de acuerdo a los que señalaron fuentes confiables, no debería haber manejado por que no estaría en condiciones de hacerlo ya que su nivel de
alcoholemia sería superior al permitido.
Al parecer habría salido del boliche y se dirigía hacia la zona céntrica de la ciudad donde la Avenida contaba con decenas de jóvenes que regresaban a sus hogares.
El impacte fue brutal, según testigos impactando de atrás al Megane y este embistió a la camioneta que estaba delante de este, propiedad también de Sigal. El fluence salió despedido hacia la mano contraria terminando su carrera a unos 30 metros.
A los minutos llego la policía y la guardia urbana y tras los trámites de rigor trasladaron al Fleunce a la comisaria.
Decimos en el titular que pudo ser una tragedia debido a la cantidad de jóvenes que venían y como colisiono contra el auto pudo haber alcanzado a estos pibes y ahora la crónica sería diferente.

¿Y los controles?


Hace más de tres años a la salida del boliche se produjo un accidente que le costó la vida a dos adolescentes y varios heridos y el joven que manejaba el auto, Canepa, aún sigue purgando su condena (debe ser el único que por este tipo de hechos lo hace).
En aquel momento se hizo una marcha donde se le solicitaban al ejecutivo una serie de medias para evitar otras muertes y de aquello nada o muy poco se cumplió, entre ellos los controles de alcoholemia. El reclamo duro poco, no se sabe el motivo, pero nadie reclamo más nada.
Todo siguió igual. En diciembre de 2013 otro accidente, al desviar los autos por calle de tierra termino con una joven con severos daños motrices que aún hoy sigue en etapa de recuperación.
A raíz de ello, volvieron las preguntas y reclamos de mayores controles.
Cuando se le pregunto al Intendente Torchio de porque no se implementaban controles más riguroso que evitaran que saliera manejando personas alcoholizados, respondió que cada uno es responsable de sus actos y que se debe dar cuenta que si no está en condiciones de manejar no debe hacerlo,
Es verdad, pero una verdad a medias, y bien se sabe lo que significa eso. Porque el estado debe controlar, debe resguardar la integridad del resto de las personas.
Con ese criterio podríamos decir que la persona que sale a delinquir sabe que eso está mal y que se tiene que dar cuenta que no eso no se hace y decir que no es responsabilidad del Estado.
Cada uno de los ciudadanos somos responsables de nuestros actos, pero el Estado debe controlar y brindar las garantías a todos los ciudadanos, caso contrario no estaría cumpliendo con su deber.
Se deben implementar los controles de alcoholemia a la salida del boliche, o fiestas privadas es una forma de proteger a las personas. La ciudadanía toda se lo va a recompensar.
No lamentemos después lo que se puede evitar.