Desde
los Centros de Corredores de Cereales, aseguran que la sola derogación de la
RG.543 tendría un efecto positivo en las regiones productivas, y aumentaría la
producción.
Las
distorsiones que existen en el mercado de trigo continúan generando graves
consecuencias económicas a los
productores. Esto se desprende de un informe
elaborado por los Centros de Corredores de Cereales de Rosario, Bahía Blanca,
Santa Fe y Entre Ríos que da cuenta que en el mes de diciembre, los productores
dejaron de percibir en promedio $610 por tonelada, tomando como parámetro las
diferencias entre la capacidad teórica de pago (FAS teórico) y el precio que
efectivamente se paga por el trigo en el mercado. En otras palabras, por cada
camión que se comercializa (30 toneladas), el productor deja de percibir
$18.000.
La causa de
estos descuentos, tiene su origen en la RG543 publicada en mayo de 2008 que
convirtió a los “ROE Verde” en una suerte de “licencia previa de exportación”,
no automática, que la ONCCA podía o no otorgar.
La
implementación de este mecanismo (ROES), y el establecimiento de cupos, cuotas
y restricciones por parte del Gobierno, atentó contra el desarrollo de los
mercados, afectando el proceso de descubrimiento de precios representativos.
Como
consecuencia, los mercados perdieron eficiencia, viéndose imposibilitados de
descubrir y defender un precio justo, ya que se desalentó la competencia de la demanda
para hacerse de la mercadería. Esto derivó, en una distorsión de los precios, y
en una transferencia de ingresos en el interior de la cadena.
El trigo previo a los ROES
Antes de la
sanción de la RG543, existía un sistema de declaraciones juradas de venta al
exterior (DJVE) que se anotaban en el Registro de Ventas al Exterior de
Productos de Origen Agrícola, y eran un compromiso que asumía el exportador (de
exportar al menos el 90% del volumen comprometido) obteniendo como
contrapartida el beneficio de congelar el tratamiento tributario y aduanero de
las operaciones a la fecha de cierre de cada venta. “El Estado monitoreaba la
evolución de las declaraciones de exportación, y tenía la potestad de suspender
el registro, de forma temporal, para analizar las operaciones comerciales de
ventas externas registradas, a efectos de determinar el saldo exportable, con
la premisa de asegurar un correcto abastecimiento del mercado interno”, señala
uno de los párrafos del trabajo elaborado por los Centros de Corredores de
Cereales. El sistema anterior alentaba la competencia entre los representantes
de la demanda (molinos y exportación) y permitía el normal funcionamiento de
los mercados para descubrir un precio justo. Cabe destacar que con dicho
sistema (previo a la RG543), y con los registros de exportación abiertos
durante todo el año, “nunca faltó en nuestro país el trigo o el maíz, ni se
puso en riesgo el abastecimiento del mercado interno”.
Propuesta de los Centros
Desde los
Centros de Corredores de Cereales, señalaron que la sola derogación de la
RG.543 tendría un efecto positivo en las regiones productivas, ya que se
incrementaría el área sembrada, se aumentaría la producción, y se produciría un
efecto derrame sobre los eslabones de la cadena de valor, y la actividad
económica en su conjunto.
Para
presentar esta propuesta, tienen pedidas audiencias con el Ministerio de
Economía, y la Secretaría de Agricultura, pero aún no obtuvieron respuestas.
Asimismo, informaron que iniciaron una ronda de reuniones con los posibles
candidatos a presidentes y sus equipos técnicos, a los efectos de transmitirles
la preocupación por esta problemática que afecta a los productores e impide el
normal funcionamiento de los mercados, y solicitar su derogación.