Pirotecnia: Diversión de humanos, tortura para animales

Aunque al hablar de fuegos artificiales los consideramos sinónimos de fiesta y alegría, los mismos provocan consecuencias perjudiciales para el medio ambiente, desde ruidos y contaminación, hasta alteración del comportamiento de la fauna e incendios forestales.
¿Qué efectos tiene la pirotecnia sobre los animales?
El uso de pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte.
Los efectos en los animales son
de diferente intensidad y gravedad. Perros y gatos tienen una mayor sensibilidad auditiva y por eso el estruendo es percibido con mayor intensidad, explicó Fernando Catrina, médico veterinario especializado en comportamiento animal, jefe del Servicio de Etología del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Católica de Córdoba.
Los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte; los gatos suelen correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse.
Según la proximidad y la persistencia de una exhibición de pirotecnia, el estrés de algunas especies podría incluso alterar sus ciclos de reproducción.
Para el asesor de la sociedad protectora Pro-animales de Alemania, la consecuencia de las explosiones en las mascotas “(…) es equiparable a lo que le pasa a las personas que han estado en zonas de bombardeos”.
No sólo las mascotas que viven con nosotros son perjudicados sino también aquellos que viven en las calles o han quedado solos en sus casas.

En conclusión y, debido a que aún no logramos evitar el uso de pirotecnia en las fiestas, aconsejamos: si van a dejar solo al animal en su casa, cerrar bien todas las puertas y ventanas, dejarlo bajo techo en un sitio seguro, donde esté protegido y semi-aislado de los ruidos. Antes de las horas críticas, siempre bajo indicación del veterinario, suministrar unas gotas de sedante para así evitar que corran, se agiten y puedan lastimarse.