Una incubadora escolar podría generar las condiciones de nacimiento para aves en extinción

Imagen meramente ilustrativa
Los alumnos de la Escuela Técnica N° 1 de San Martín desarrollaron un modelo de incubadora programable a través del cual recrean las condiciones naturales de incubación y puede utilizarse tanto para producción, como para trabajos de laboratorio. Además, planean disponerlo para la reproducción de aves que están en vías de extinción.
El proyecto se llevó adelante con los estudiantes de séptimo año en el espacio de la materia "Proyecto y Diseño Electrónico", y contó con asesoramiento universitario sobre los parámetros físicos a controlar (la parte biológica).

Horacio Prior, vicedirector del establecimiento, explicó que, “la idea es imitar el proceso natural, atendiendo a variables como la temperatura, la humedad, mientras el volteo de los huevos está todo controlado de manera electrónica”.
 “Se armó un sistema computarizado” que “no es una incubadora común, porque las industriales tienen menores nacimientos y son más sencillas. Nosotros queríamos un sistema para laboratorio y producción, garantizando la esperanza de vida de las aves”, contó Prior.
Lo original de la iniciativa consiste en que es adaptable a distintos tipos de huevos: pato, ñandú, y avestruz, entre otros. Al ser programable se pueden crear las condiciones para el nacimiento de diferentes aves, por ejemplo aquellas que están en extinción.
El directivo precisó que “la idea surge de la necesidad de mejorar la producción, creando un sistema que provea las condiciones físicas de temperatura y humedad, similares a las naturales (proceso de empollado), como así también la rotación de los huevos”.
La incubadora que armaron funciona para 24 huevos. El valor de las variables se informa mediante un Display LCD de 2x16, “el cual es de bajo costo y existe mucha información sobre su manejo”, dijo el vicedirector.
La bandeja gira-huevos está montada a un eje de un motor paso a paso, unipolar (MPAP). Desde el primer día de incubación hasta el día dieciocho y cada dos horas, el microcontrolador deberá comandar dicho motor haciendo girar a la bandeja con un sentido aleatorio y por algunos grados.

El directivo estima que el salto de calidad del proyecto pasa por “el trabajo en la telemetría de los datos, que consiste en transmitir esos detalles de forma inalámbrica. Por caso, se podría tener la incubadora en el campo y estar en la oficina evaluando los datos. Todo está interconectado. Así es posible hacer un seguimiento en directo, incluso subiendo los datos al instante a una página web”. (DIB)