La violencia parece que no cesa,
es más, crece constantemente y ya no
importa hacerlo en un lugar donde no haya gente o en un sitio colmado de
parroquianos.
Cerca de la medianoche ocurrió
un hecho que sorprendió a propios y extraños.
Fue en Av. San Martín y Rivadavia,
frente al Banco Provincia, cuando tres jovencitos de “reconocida reputación”
que se trasladaban en moto interceptaron a otro pibe, que iba en bicicleta, de
parecida reputación para agredirlo.
De los tres moteros dos fueron los que se
bajaron con palos o hierros en las manos y comenzaron a golpear al ciclista
hasta dejarlo tendido en el piso.
La gente que estaba en el pub
ubicado enfrente se sorprendió ante los gritos de auxilio y salieron a ver qué
pasaba. Entre los presentes había varios concejales e incluso se dice que hasta
el propio Ayudante de Fiscal estaba, quien habría sido el que llamo a la policía.
Según relataron algunos
testigos, la violencia que ejercieron fue atroz “le pegaban como para matarlo”
dijeron otros. Una vez concluida la faena subieron a la moto y emprendieron con
rumbo desconocido, mientras que el agredido alcanzo a levantarse pero a los
poco metros cayó desplomado contra el suelo.
Luego llegó la policía y la
ambulancia en la cual lo trasladaron al Hospital. Sea cual fuere el motivo de
la agresión, hoy estamos en un punto en el que pareciera ser que resultaría muy
difícil retroceder. ¿Tendremos que acostumbrarnos a esto?