Discurso de J. D. Perón en el Día de la Lealtad - Plaza de Mayo (1952)
“Compañeros:
Yo deseo que mis primeras palabras sean para rendirle, desde lo más profundo de
nuestros corazones, un homenaje sincero y argentino al excelentísimo señor
presidente Somoza, que nos acompaña. Rendimos en él el homenaje más caro de
nuestros corazones al hermano pueblo de NIcaragua y a su hermosa patria,
recordando asimismo al inmortal Rubén
Darío, que vivió con nosotros largos años
y que representa el elevado idealismo de esa patria generosa que, aún lejana en
el espacio, está muy cercana en nuestro corazón.
Quiero
también agradecer a los compañeros de la CGT que, en nombre de sus seis
millones de afiliados, han tenido la amabilidad de colocarme sobre el pecho
esta banda argentina que, por provenir de los trabajadores de la patria,
representa para mí la más honrosa, la más digna y la más alta distinción de que
pueda ser objeto un gobernante. Y como de costumbre, deseo, desde esta plaza,
en la cual reviven todos los momentos de nuestra vida histórica e
institucional, hacer llegar a todas las plazas de la República, donde en este
momento están reunidos nuestros compañeros para escuchar las palabras que les
dirigimos desde aquí, este saludo que yo les hago llegar con el más apretado y
sincero abrazo de compañero y de hermano.
Y como en todos los 17 de Octubre, quiero desde este balcón
dar cuenta al pueblo, sintéticamente, de cómo marcha nuestro gobierno.
Compañeros: hemos seguido, desde 1944 hasta nuestros días, una línea
inquebrantable de conducta determinada por los objetivos de nuestra doctrina”.