
Una de las
protagonistas de la riña fue Gladys Roselli –tendría numerosos antecedentes
contravencionales- y otra mujer cuyos datos no fueron proporcionados.
La pelea
cobró ribetes muy violentos, había golpes y tirones de cabello. Fue entonces
cuando un contertulio que sería amigo de la segunda, quiso separarlas.
Según los
datos que pudo colectar La Opinión, Roselli sacó un cuchillo de la cartera y se
lo clavó en el medio de la espalda. El hombre, identificado como
Eduardo Balmaceda (36), cayó al suelo en medio del revuelo generalizado. Lo levantaron,
lo sentaron en una silla porque sangraba. Vino la ambulancia y lo trasladó a la
Guardia del hospital. Desde allí avisaron a la Policía pero cuando los
efectivos llegaron al pool, Gladys Roselli ya no estaba.
Sin vuelta
Al revisar a
Balmaceda, los médicos advirtieron que estaba muy grave. La puñalada le había
producido un hemoneumotórax con compromiso de una arteria. Ni moverlo de la Guardia pudieron “…
se le transfundieron cuatro litros de sangre, pero la hemorragia era imparable”
explicó el director del hospital, Héctor
Boffi, a La Opinión. “En esas condiciones era imposible trasladarlo u operarlo”
agregó. Balmaceda murió pasado el mediodía.
Allanamiento
Poco después
de las 11,la Policía allanó el domicilio de Gladys Roselli, en calle Rivadavia
1115; allí vive la mujer con dos adolescentes, un hijo suyo y un amigo del
muchacho. Pero la imputada por la puñalada no estaba y nadie supo dar razón de
su paradero.
La Policía
habría solicitado otras tres órdenes de allanamiento que en principio no habían
sido libradas. Tampoco había hasta anoche
orden de detener a Roselli.
En cuanto al
malogrado Balmaceda era un correntino dedicado a la construcción de placas de
cemento. Su cuerpo fue sometido a la operación de autopsia y luego
entregado sus familiares.
La causa por
homicidio quedó radicada en la UFI 4 a cargo del fiscal WalterVicente.