El alcohol está presente en al menos el 25% de los accidentes de tránsito

Especialistas aseguran que esa cifra “es el piso” y remarcan que las estadísticas podrían ser más preocupantes aún. Los controles de alcoholemia arrojan números similares. Qué efectos tiene el consumo a la hora de manejar. Apuntan a la prevención y la sanción.
Al principio de esta semana, el Ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, anunció que presentará un proyecto de ley que establece la prohibición total de consumir alcohol para los conductores de vehículos.

Según sus propias palabras, propondrá al Congreso que se modifique el artículo 48, inciso A, de la ley 24.449, que prevé un límite en la ingesta de alcohol de 0,5 miligramos por litro de sangre para poder conducir.
Es que el alcohol se transformó en uno de los protagonistas principales en el mapa accidentológico nacional.
De acuerdo a las estadísticas de la asociación “Luchemos por la Vida”, el alcohol está presente dentro del 40% de los accidentes mortales de tránsito y en un 25% en los accidentes viales en general.
Estos últimos números se traducen de manera prácticamente lineal a Junín. El doctor Hugo Greco, director de la empresa de emergencias médicas Intermed, asegura que en nuestra ciudad “en el 25% de los accidentes hay presencia de alcohol”, aunque aclara que estas cifras podrían estar subestimadas: “En Junín se replican esas mismas estadísticas, pero terminan siendo mentirosas, porque hay un montón de circunstancias ligadas con el alcohol que no se contabilizan, por ejemplo, si una persona choca al esquivar a alguien que por venir alcoholizado hizo una mala maniobra, o si el responsable de un accidente se escapa, o a veces pasa que se hace la alcoholemia horas después del choque, entonces es muy difícil medir”.
Es por ello que el especialista en accidentología asevera que en este panorama “hoy conocemos el piso, pero no sabemos el techo”, y sentencia: “El piso es el 25%, pero yo creo que es mucho más”.

Efectos del alcohol

El doctor Greco asegura que, muchas veces, se desconocen los efectos nocivos que provoca la ingesta de alcohol para conducir, por lo que considera que debería ser cero el porcentaje de alcoholemia permitido.
Según dice, los jóvenes constituyen la franja etaria con más riesgo: “Cuando un chico de 15 o 16 años tiene 0,80 gramos de alcohol en sangre, las posibilidades de tener un accidente son 150 veces más que en condiciones normales. Y si tiene entre 19 y 21 años, son 70 veces más. Cuanto más chicos son, más riesgo hay”.
A esto hay que agregarle otros valores, porque “hoy se sabe que si van tres personas que han consumido alcohol en un auto hay una determinada posibilidad de choque, si van cuatro aumenta, si van cinco sube aún más y si van seis es mucho mayor. Cuantas más personas van en un auto, mayor es el riesgo”. Esto es así “porque se va potenciando esa agresividad al manejo”.
El profesional remarca que “hay gente que dice ‘yo sé hasta dónde puedo tomar’, pero lo cierto es que por más se tome todos los días una determinada cantidad, aunque sea igual, no se llega a la misma graduación en sangre, porque influyen otros factores: puede tener el estómago vacío, o haber tomado una pastilla que aumente el efecto, o ese día tengo el sistema hormonal alterado, es decir que una misma cantidad de alcohol a la misma persona, en distintos días, puede afectar de formas diferentes”.
En tanto, Greco considera necesario “desmitificar” algunas ideas: “Hay quien argumenta que toma café, se baña, duerme un rato, pero nada de eso sirve para acelerar la eliminación del alcohol o sus efectos”. Es decir que el hígado tiene una velocidad que no se modifica con ninguna de estas acciones.

Finalmente, el director de Intermed sostiene que “existe un gran desconocimiento de lo que provoca el alcohol”, y amplía: “Hay algunas cosas que son hasta curiosas, por ejemplo, cuando uno supera los 0,60 o 0,70 se empieza a tener dificultades en reconocer el color rojo, se disminuye el campo visual y uno empieza a tener una imagen en túnel. Y además está el enlentecimiento de los movimientos y la pérdida de reflejos, y se sobreestima las posibilidades, entonces uno se cree que es Fangio, se pierde el miedo, se maneja más ligero, y todos son efectos del alcohol”.